"Actualmente vivimos bajo un modelo económico y político de colonialismo neoliberal, basado en el despojo y la extracción acelerada de nuestros bienes comunes, como los minerales, agua, bosques, aire, petróleo, a través de la mercantilización de nuestros territorios ancestrales. Bajo la imposición de este modelo, los pueblos herederos de Mesoamérica luchamos contra un proceso hegemónico transnacional de destrucción de nuestras propias estructuras sociales, económicas, políticas y culturales."