UPM el 23 de julio anunció que instalará una segunda planta de celulosa en Uruguay, una de las más grandes del mundo con una capacidad de producción de aproximadamente 2,33 millones de toneladas / año. Este megaproyecto producirá importantes daños ambientales, sociales y culturales. En el contexto de una crisis socioambiental global, este proyecto representa un paso en la dirección equivocada.