En el mundo se viene desarrollando un proceso de privatización y mercantilización de la vida, agenciado e implementado por las corporaciones trasnacionales y las instituciones financieras internacionales, que despoja a los pueblos del manejo soberano de su patrimonio natural, y como consecuencia restringe sus oportunidades de supervivencia. Esta privatización y esta mercantilización se entienden aquí como los procesos de creación de mercancías (bienes comprables y vendibles) a través de su apropiación privada, de su comercialización a través de la monopolización del lenguaje de intercambio (dinero) lo que pasa por alto la imposibilidad de comparar valores de elementos naturales, sociales o culturales y que sin embargo busca de manera egoísta el beneficio particular que la ganancia implica.