"Para el caso colombiano, la lucha contra la deforestación no debe atender solamente, las presiones sobre las selvas derivadas de la ampliación de infraestructura vial, actividades mineras y de hidrocarburos, construcción de hidroeléctricas, ganadería extensiva, agroindustria -monocultivos de palma principalmente, y de manera reciente, aguacate en tierras altas -y en menor medida cultivos de coca, entre otras causas directas de deforestación; sino abordar las subyacentes como el acaparamiento de tierras, el hecho de que la tierra en Colombia ha sido botín de guerra y fuente de poder político, y, en general revisar distintas políticas públicas que parecen fomentar la deforestación, y la inequidad en el acceso y uso de la tierra".