Apenas concluida la adquisición de Monsanto, Bayer ha lanzado una campaña para justificar como seguirá envenenando al mundo en nombre de las necesidades de alimentación de la humanidad. Lo que pretende esconder Bayer es que los venenos que vende se acumulan en el ambiente y en nuestros organismos y que los mismos tienen efecto por su aplicación crónica que muchas investigaciones científicas ya han demostrado.