"A sólo cuatro meses del triunfo revolucionario, el 17 de mayo de 1959, se firmó la Ley de Reforma Agraria, que liquidó el latifundio, entregó la propiedad de la tierra a más de 100 mil agricultores campesinos que la trabajaban sin ser dueños y rescató para el patrimonio nacional centenares de miles de caballerías de tierra. Esta ley recibió un amplio apoyo de los campesinos, obreros, estudiantes y todo el pueblo cubano, en general. La radicalización de la lucha política, ante la arremetida de los remanentes de la oligarquía desplazada y sus cómplices, dentro y fuera del país, conllevó a la aplicación de una Segunda Ley de Reforma Agraria, que se firmó el 3 octubre de 1963."