La lucha por el acceso popular a la tierra en un país despoblado, y el acceso libre a las costas de ríos y lagos, tiene su máxima expresión en la lucha por el acceso al Lago Escondido, uno de los más importantes espejos de agua de la provincia de Río Negro que fue secuestrado por el magnate inglés-norteamericano Joseph Lewis hace más de diez años.