En los comienzos la tarea pasaba por la concientización, ya vislumbrábamos las señales y las complicaciones que sufriría nuestra causa. No fue un camino sencillo, y sólo fue posible llegar hasta hoy con la participación creciente de la gente, el alimento de las oraciones, la fortaleza contagiada por otros luchadores sociales. Sin embargo, hoy pareciera que el eje del reclamo se reduce a una simple pero efectiva estrategia (si no lo fuera, no estaría siendo tan alevosamente atacada) no importa Botnia ni los efectos nocivos que ya sufrimos en la región, en especial los gualeguaychuenses. Es curioso, cómo los grandes mecanismos de la comunicación se ponen en marcha con una rapidez que no demuestran en dar a conocer la totalidad del reclamo, ni las verdaderas consecuencias de Botnia en la población, ni desenmascarar a los responsables, y exigir el cumplimiento de las garantías constitucionales.