"Estos megaproyectos se insertan en una dinámica social de gran sensibilidad, puesto que muchas de las zonas donde se desarrollan carecen de servicios básicos, como energía o agua. Desde la privatización del sector eléctrico en los años noventa hay una gran conflictividad en las áreas rurales debido a la baja cobertura, baja calidad del servicio y tarifas abusivas por parte de las empresas de distribución eléctrica, en muchos casos en manos de capital extranjero."