Pescanova ha superado lo que ha sido el tercer concurso de acreedores más grande de España, el mayor si descartamos el mercado inmobiliario. La empresa pesquera, con presencia en más de veinte países, era un grandioso entramado de sociedades y la quiebra de la matriz terminó por desencadenar un efecto dominó cuya antesala está en el desplome de dos ambiciosos proyectos internacionales: las filiales de Chile y Portugal.