“Todo señala que la Samarco optó por ignorar la seguridad de la población y producir más para no afectar sus ganancias. No fue un desastre, sino un crimen que venía dando señales de que iba a suceder”, afirma Pablo Dias, de la coordinación estadual del MAB. “A pesar de no haber reparado a los afectados, la minera ya afirmó que pretende retomar la explotación. Lo que deja claro que su prioridad es el lucro y no las personas”, completa.