“No podernos darnos el lujo de plantar sólo un cultivo, tenemos que hacer lo que sea más beneficioso para nosotras/os”, dice Nure anak Samale (abajo). “Y nadie puede decirnos qué hacer”. Conocida por sus amistades como la Mujer Maravilla por su ética de trabajo, Nure lucha por su familia, su comunidad y el medioambiente con cada ají, piña y calabacín que produce en su abundante parcela al lado de la ruta en Sungai Buri, en el noreste de Sarawak.