Las mujeres rurales, campesinas y agricultoras son constructoras de alternativas campesinas para mejorar las condiciones de vida; pero su trabajo no es reconocido. Sus roles y aportes lejos de ser considerados estratégicos, han sido sistemáticamente naturalizados en una única esfera de trabajo doméstico; sus habilidades comerciales, agrícolas y para el cuidado de animales no son tomadas en cuenta en la explicación económica del mundo rural y familiar.