Durante la última década, las compañías de agronegocios han ido aumentado su producción de aceite de palma para satisfacer la demanda global de aceite vegetal a bajo precio, utilizado en la fabricación de alimentos procesados, biocombustibles y cosméticos. En muchos países de África, el blanco principal de la expansión de las plantaciones de palma aceitera son las tierras de las comunidades.