Hace 25 años, un grupo de mineros ilegales brasileños invadieron la comunidad recién contactada de Haximú situada en la densa selva amazónica y le prendieron fuego a dos casas comunales. Armados con machetes y cuchillos persiguieron y asesinaron a 16 indígenas yanomamis, la mayoría de ellos mujeres y niños.