Argentina: “Estamos aquí en la UAC levantando nuestra voz, el arma más poderosa que tenemos”
La Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) continúa con su recorrido de encuentros a través de las provincias argentinas con el objetivo de consolidar el mensaje “contra el saqueo y la contaminación”. Esta vez parlamentó en San Fernando del Valle de Catamarca, donde se realizó el VII Encuentro, en el “corazón mismo del monstruo minero”.
El pasado fin de semana (1, 2 y 3 de agosto) más de trescientos activistas, asambleístas y militantes de todo el país [1] arribaron a la capital catamarqueña para intercambiar experiencias y establecer tareas en común. Bajo los criterios del trabajo asambleario, es decir con los principios de horizontalidad y la participación, se fue recorriendo la agenda de problemas y logros que enfrentan las asambleas ciudadanas ambientales y los movimientos sociales y políticos que se expresan “contra el saqueo y la contaminación”.
Si bien se exhibió como un triunfo la visibilidad que gana el problema minero y la conquista de leyes provinciales de prohibición, las voces de alerta señalaban las respuestas que las corporaciones tienen preparadas, como la creación de “zonas de excepción” para áreas de explotación, el renovado interés por el uranio y la criminalización de la protesta. Y aunque el tema minero tuvo fuerte impronta, debido a la provincia en que se hizo el encuentro, los agronegocios y la contaminación urbano-industrial estuvieron también presentes como ejes sobre los cuales se ve la necesidad de generar un cambio.
La Asamblea Socio Ambiental de Catamarca Kusikausay se hizo cargo de la organización de este encuentro teniendo varios objetivos en lo inmediato: denunciar lo que viene sucediendo con Minera La Alumbrera; que se sostenga el procesamiento penal contra su vicepresidente Julián Patricio Rooney por el delito de contaminación; y también impedir la apertura del nuevo proyecto de la zona, “Agua Rica”. “La mina Alumbrera consume el 50% del agua que consume la provincia. Pero además consume el 78% de la energía de Catamarca. Lo interesante es que los problemas de agua y energía pasan a ser de la comunidad. Los medios lo instalan así: no consuma luz o agua”, explica Belén, de la asamblea Kusikausay.
Con dos marchas, una el viernes y otra el sábado por la noche, la UAC ganó las calles céntricas de Catamarca con centenares de activistas que se encargaron de difundir en esta comunidad los problemas que genera este “modelo de saqueo que se basa en la destrucción de los medios de vida”. “Tenemos que luchar por instalar los bienes comunes como palabra. Y le ponemos el cuerpo a todo esto sin perder de vista el problema del modelo, sabiendo que La Alumbrera es un punto más dentro de este modelo de desarrollo de explotación y saqueo”, agregó Belén. Pero la ocupación del espacio público en las provincias no resulta un hecho desapercibido para el poder, y una muestra de ello fue la detención, por parte de la policía local, de dos asambleístas que se encontraban pintando un mural el día jueves, antes del inicio del encuentro. Las represalias habían empezado el día anterior, cuando las presiones políticas hicieron que las autoridades de la escuela en donde se iba a realizar el encuentro cancelaran el permiso. Sobre la hora la asamblea tuvo que encontrar la infraestructura para albergar a los más de trescientos participantes. “Como asamblea esto es un desafío. Ya se hicieron acciones hacia la comunidad como para producir un impacto de que se está 'diciendo algo'. Porque hay que decir, ya que si algo quedó muy fuerte acá es la marcha del silencio. Pero en Catamarca necesitamos volver a decir”, concluyó Belén.
Problemas globales, luchas globales
El camino que vienen haciendo estas asambleas y espacios sociales hace que inevitablemente se vinculen problemáticas diversas. Para insistir en la necesidad de una visión global Jorge Rulli (Grupo de Reflexión Rural) y Javier Rodríguez Pardo hicieron una encendida apertura.
En palabras de Rulli, “entender que somos un país colonial cuesta, en esta época en que aquí no son necesarios los soldados porque ya formaron los universitarios, los profesionales, los políticos, para manejar esto. El rol colonizado de la universidad corre paralelo con la colonización de la secretaría de Agricultura y del Senasa, que aprueban lo que las corporaciones necesitan. El INTA que trabaja para las empresas abiertamente mediante el impulso de 'polos biotecnológicos', que trabajan para implantar el modelo de Nidera, Cargill, Monsanto y Bunge. La minería, los eucaliptos, la soja, el engorde a corral, los grandes criaderos de aves: esto es parte de una escala macro en la que operan las empresas. Pero este fenómeno que nos parecía tan lejano, el que se pueda vincular en la sociedad todos estos modelos, se ha dado con una materialidad sorprendente gracias al gran desarrollo de la conciencia ambiental”.
Para Rodríguez Pardo, “cada vez que nosotros nos movemos y damos un paso vemos cómo se expresa el IIRSA [Integración de la Infraestructura Regional Suramericana]. Y así se entiende por qué el tratado binacional que entrega la Cordillera de los Andes fue orquestado casi diez años antes de que lo firmara Carlos Menem. Vemos cómo se fue desarrollando y pensando el saqueo. La hidrovía, hecha para que los barcos de gran porte se lleven todo, también fue pensada hace mucho tiempo, porque saben que la mejor manera de llevarse los bienes comunes es la línea recta: poco costo y rapidez. Y ahí también está Gioja, que ha regalado todo para que el paso de Aguas Negras salga hacia el Pacífico, con un corredor biocéanico. Y para todo esto es necesario también energía, y rápida. Para eso las centrales nucleares. Cuatro centrales que impulsa Kirchner. Y no hablemos de la cantidad de compañeros confundidísimos, que toman como bandera la energía nuclear porque es una tecnología de punta, o porque estamos en crisis energética. ¿Cómo no vamos a estar en crisis? Una sola empresa minera consume el 10% de la energía del país. ¿Qué pasará cuando empiecen a funcionar Agua Rica y Pascua Lama? ¿Cuánta energía se necesitará? Y ahí entra el cuento de la crisis energética. Por eso para luchar y estar seguros de cómo afrontar los debates tenemos que saber y conocer”.
Otra política
“No al saqueo y a la contaminación” es una consigna que implica dos partes. Si la contaminación aparece como el hecho evidente y que permite extender el reclamo a las amplias capas de la población, el saqueo es el componente que politiza desde lo económico, dando espesor a debates que arriban incluso a la cuestión del imperialismo y el sistema de producción capitalista. [2]
La politización muchas veces conduce a una discusión recurrente: la relación con los partidos políticos. Y el tema aparece cada vez, con charlas sobre qué concepto de política se tiene, la diferencia existente entre organizaciones sociales y políticas, partidos de izquierda y partidos en el poder, y la pregunta de si es posible participar como un asambleísta más si se es miembro de un partido.
La sensación térmica marca una convivencia pacífica con militantes de organizaciones políticas de izquierda si su tipo de intervención se mantiene en el estilo de las asambleas, esto es, marcado más por la escucha que por la disputa. Sin embargo, hay otro tipo de tensiones, las que se dan en relación a las organizaciones no gubernamentales (ONGs), ya que la experiencia le enseñó al movimiento asambleario y ambiental cómo las corporaciones utilizan las herramientas del tercer sector para desactivar conflictos por las vías sociológicas.
Comisiones, ejes, y diversidad de temas
El hecho de que los grupos que se van nucleando en la UAC abordan problemas de diversa índole llevó a una necesaria división de tareas en tres áreas diferenciadas: “minería”, “agronegocios” y “contaminación urbano-industrial”.
¿Qué desafíos se pueden plantear en un espacio de este tipo en relación a los agronegocios, sobre todo luego del conflicto “campo-gobierno”? El escenario de complejidad del tema llevó a reflexionar acerca de, nada menos, la necesidad de elaborar “otro modelo agroalimentario” que proponer, lo que también implica tener adecuadas herramientas para comprender el agronegocio transnacional.
En este sentido la UAC se va posicionando cada vez con mayor claridad en un “No contundente a los agronegocios, porque producen destrucción de montes y bosques nativos, expulsa comunidades campesinas, criminaliza la protesta social, contamina tierras y aguas, produce la destrucción de la biodiversidad, apropiación de las semillas por parte de las empresas, manipulación genética, trabajo en negro, explotación infantil, concentración de la tierra en pocas manos, pérdida de fuentes de trabajo, destrucción de las economías regionales, atenta contra la salud y vida de los pueblos, tanto por el consumo de transgénicos como por las fumigaciones”, según se expresó la comisión.
Juan Veronessi, de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, destacó que “las propuestas de cambio son difíciles de encarar, pero algunas ya tienen su materialización, concretamente como la del MOCASE y la idea de soberanía alimentaria. Son una manifestación concreta de que se puede encarar las cosas de otra manera. Pero, ¿cómo se resuelve la producción del conjunto del sistema agropecuario argentino?, eso es algo a seguir profundizando”. Desde la asamblea de Gualeguaychú este debate parece ser tomado con detenimiento, ya que puede abrir aguas profundas. Cabe recordar el rol movilizador de esta ciudad durante el pasado conflicto agropecuario. Sin embargo Veronessi reafirma que “la UAC es la expresión de una necesidad que tenemos todas las asambleas, fundamentalmente ambientales, de intercambiar nuestras experiencias y vivencias respecto a esta lucha. En eso se ha progresado muchísimo, por la inclusión de más organizaciones y por la profundización de los temas que cada asamblea toca”.
Por su parte, la comisión de contaminación urbano-industrial vivenció que uno de los desafíos es que cada grupo deje de focalizar sólo en un tipo de contaminación (por ejemplo basurales o agua) y en cambio se proponga “indagar qué es lo que contamina en el área en donde existe la asamblea o el grupo”, con una visión más de conjunto, que implique tener en cuenta incluso los problemas culturales y de falta de participación social. Se trata precisamente de “trascender el aspecto puntual para llegar a los problemas de fondo”, y de entenderlos a todos ellos por su relación a un único “modelo civilizatorio” y al mismo “modelo de producción y desarrollo” que los determina. Por ello esta comisión ve como urgente la creación de regionales en las principales ciudades del país que permitan articular estas políticas.
Las asambleas que se unen en torno al grito “no a la mina” fueron las más numerosas en esta UAC. Para ellas, “la lucha que se viene se presenta en dos grandes ramas: la minería del oro, por un lado, y la del uranio por otro”.
Para el activismo antiminero hay dos grandes “estigmas” hoy: Catamarca y San Juan. “En el resto de las provincias hemos dado pasos importantes. Hemos logrado leyes contra la mega minería metalífera contaminante en Patagonia, Mendoza, Tucumán, La Rioja, y hay presentaciones para prohibirla en San Luis y en Córdoba también”, explicó Javier Rodríguez Pardo, referente de esta lucha en el país. Y aclara que “lo que impulsa la cámara minera junto al gobierno nacional y las provincias es zonificar, generando espacios donde sí se podrá hacer la minería con el método contaminante, justamente en sitios donde no estén de pie y luchando las comunidades”.
En paralelo, la otra gran rama, la del uranio, se está esparciendo como reguero con pedidos de cateo por centenares en todo el norte y centro argentino. “El uranio surge de golpe cuando su precio se dispara ante la acción de los países del primer mundo que buscan combatir el precio del petróleo con fuentes alternativas de energía. Dentro de la CNEA hay quienes quieren poner en licitación los grandes yacimientos. Otros quieren hacer canje con otros países para el desarrollo local de la energía nuclear. Y otros consideran que esos minerales tienen que ser utilizados sólo en lo doméstico mediante centrales nucleares. Por eso en Argentina se relanza un plan nuclear de cuatro centrales en lo inmediato”, expresó Pardo.
La comisión de minería de la UAC se enfrentó a las urgencias que imponen los actuales cateos masivos de uranio, las inminentes aperturas de Agua Rica y Pascua Lama, y a la nutrida agenda de seminarios y encuentros mineros que impulsan las corporaciones hasta fin de año con el objetivo de lograr consensos en su avance. Ante tanta dinámica del sector megaminero las asambleas plantearon armar un cronograma de acciones conjuntas que permita enfrentar con decidida fuerza este despliegue del saqueo. Estas tareas se darán a conocer -en parte- en la declaración final del encuentro. [3]
La política de la UAC seguirá recorriendo la línea cordillerana, ya que el próximo encuentro será en Tunuyán, Mendoza, los días 5, 6 y 7 de diciembre.
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Notas:
[1] Catamarca, La Rioja, Salta, San Luis, Jujuy, Tucumán, Entre Ríos, Córdoba, San Juan, Mendoza, Chubut, Río Negro, Buenos Aires, entre otros. Se destacó el esfuerzo por asistir de asambleistas de Chile.
[2] Ver también http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/34247
[3] Se puede consultar el desarrollo de las convocatorias en www.noalamina.org y en www.asambleasciudadanas.org.ar
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