La ganadería industrial alimenta la emergencia climática

Idioma Español
País Europa
- Un cerdo en una macrogranja de Alemania. © Greenpeace.

"Producir mucho, rápido y barato es el mantra del modelo industrial. Las consecuencias no importan. Y eso que están a la vista. Cuanto más ganado haya, más emisiones, más deforestación, más contaminación del agua, más maltrato animal y más malestar en los pueblos habrá. Además, cuanta más carne se consuma, nuestra salud empeorará. La ganadería industrial es un modelo abominable".

La tremenda pandemia en la que estamos inmersos no nos está dando tregua, pero no nos podemos olvidar de otros desafíos igualmente importantes, como es la crisis ecológica, que además tiene una relación estrecha con lo que estamos viviendo. Porque la salud del planeta es nuestra salud.

Entre 2007 y 2018, la producción de carne, lácteos y huevos en la UE se incrementó un 9,5%, según los últimos datos de la FAO. Como no podía ser de otra forma, este incremento supuso también un aumento del 6% de las emisiones totales de la ganadería, según los cálculos realizados por Greenpeace. La gran responsable es la ganadería industrial, que lleva acompañado un aumento exponencial del consumo interno y de las exportaciones.

España está en el podium en ambos aspectos, ya que es  el país de la UE donde más carne se consume, muy por encima de las recomendaciones para una alimentación saludable y sostenible; además, es el tercer exportador mundial de carne de cerdo. En 2016 se sacrificaron  886.241.446 animales en nuestro país, más que personas hay en toda la UE. Casi 1.700 al minuto.

Producir mucho, rápido y barato es el mantra del modelo industrial. Las consecuencias no importan. Y eso que están a la vista. Cuanto más ganado haya, más emisiones, más deforestación, más contaminación del agua, más maltrato animal y más malestar en los pueblos habrá. Además, cuanta más carne se consuma, nuestra salud empeorará. La ganadería industrial es un modelo abominable.

Dentro de la UE es el sector lácteo el mayor responsable de las emisiones, el 33% del total, seguido de la producción de carne de cerdo, que representa el 26%. ¿Cómo es posible entonces que en una situación de emergencia climática en España se plantee una macroexplotación de vacuno de leche como la de  Noviercas o que casi cada día se ponga sobre la mesa un nuevo proyecto, o ampliación, de una macrogranja de cerdos? Sin duda, vamos directos al desastre.

La radiografía del sector agrícola español que se hace en el borrador de la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo 2050 del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico deja bien clara la contribución de la ganadería al cambio climático. El sector agrícola es responsable ya de un 12% de las emisiones totales, siendo la ganadería la responsable del 67% de estas. Del análisis que se hace en este documento constatamos que España es el cuarto país de la UE con más emisiones procedentes de la ganadería, pero el primero en cuanto a emisiones que proceden de la gestión de estiércoles. ¿Por qué será? Bingo. Sí, por la cantidad de macrogranjas, en particular de cerdos.

Los graves problemas que genera la ganadería industrial solo tienen una solución: abandonar este modelo, adoptar una dieta de salud planetaria y apoyar una ganadería ecológica y extensiva, que suministre a aquellas personas que lo deseen, la cantidad recomendada de alimentos de origen animal. Y así también mantener un mundo rural vivo.

Fuente: Greenpeace

Temas: Crisis climática, Ganadería industrial

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