El regreso de las berenjenas
Los pequeños productores de la Unión de Trabajadores de la Tierra volvieron a vender sus frutas y hortalizas. Fueron acompañados por organizaciones sociales, políticas y gremiales.
“Nunca más el hambre: hoy la lechuga vence a los palos y el amor vence al odio”, gritó Nahuel Levaggi, coordinador nacional de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), para dar inicio a un nuevo “verdurazo” en el que se donaron más de 20 mil kilos de hortalizas frescas. La protesta pacífica impulsada por los pequeños productores del tercer cordón del conurbano bonaerense se realizó ayer en Plaza de Mayo, dos semanas después de la violenta represión ordenada por el Gobierno de la Ciudad contra los trabajadores agrícolas cuando intentaban vender frutas y verduras a precio justo en Plaza Constitución.
Pasadas las 16, una multitud de quinteros y quinteras avanzaba despacio por Avenida de Mayo, con los puños en alto o las manos sosteniendo verduras y ramos de flores. “A la represión le respondemos con trabajo”, arengaba Levaggi para animar el paso. “Ante el hambre, yo elijo la lechuga”, “Agroecología e igualdad” y “Acá se comparte”, se leía en los carteles que llevaban los hombres y mujeres que producen el 60 por ciento de los alimentos que se consumen en el país. Algunos minutos después, la columna de la UTT comenzó a llegar a Plaza de Mayo, encabezada por una lechuga y una berenjena gigantes, de utilería, en cuyo interior mostraban la imagen icónica de la represión a la protesta durante el gobierno de Cambiemos: un agente de la Policía porteña, señalando el lente de la cámara, acompañada con la frase “el próximo podés ser vos”. La fotografía fue tomada por el reportero gráfico de Página/12 Bernardino Avila, durante el operativo contra los cooperativistas de Madygraf, minutos antes de ser detenido. El mismo Avila convirtió a la berenjena en un símbolo, cuando el pasado 15 de febrero registró el momento en que una señora recogía una del piso rodeada por agentes de Infantería.
“La jubilación no me alcanza, entonces aprovecho esto para poder llevar comida a mi casa”, explicó una mujer a este diario, desde la fila interminable de vecinos y vecinas que serpenteaba en los márgenes de la plaza a la espera de recibir vegetales. Su hija asintió cada palabra con la cabeza y agregó que del “verdurazo”, de la existencia de la UTT y de la represión contra los pequeños productores se enteró por televisión. “Soy una trabajadora y me cuesta llegar a fin de mes, pero hoy vine sobre todo para mostrar mi solidaridad con los trabajadores de la tierra”, indicó otra, dejando claro el mensaje que se repitió, en formato canción, varias veces durante la tarde de ayer: “Unidad de los trabajadores y, al que no le gusta, se jode, se jode”.
La protesta fue acompañada por organizaciones sociales, políticas y sindicales, entre ellas, ATE, la CTEP, el MTE, la agrupación Barrios de Pie, la Corriente Clasista Combativa (CCC) y el movimiento de curas villeros. Estos últimos bendijeron los cientos de cajones de verdura antes de que los productores de la UTT comenzaran a repartirlos. También los trabajadores de Madygraf que fueron reprimidos el miércoles pasado durante el “cuadernazo” en Congreso acompañaron la movilización de los productores.
La UTT calificó la jornada, que se replicó en más de 15 provincias, como “histórica”. “El 27F será una demostración pacífica del trabajo de las familias que producen alimentos para el pueblo y son invisibilizadas por las políticas del Gobierno”, había adelantado Levaggi en los días previos. Su reclamo incluye una ley de acceso a la tierra que hoy está paralizada en la Cámara de Diputados, compras del Estado a las familias, políticas de igualdad de género que alcancen a la mujer rural, el restablecimiento del Monotributo Social Agropecuario, derogado en agosto de 2018 y el apoyo económico y técnico para la transición hacia la agroecología.
- Informe: Sibila Gálvez Sánchez.
Fuente: Página 12