Carlos Vicente: un “hombre-árbol”
Carlos, argentino de asado en familia y amistades, de River Plate; era grande de cuerpo, de espíritu y de palabra. En sus apellidos, Vicente Fatouh, llevaba un doble origen que le abría a realidades de otros continentes. Vicente viene de un pequeño pueblo de sólo 230 habitantes llamado Cubo de Tierra del Vino, en tierras de Zamora, dentro de lo que se conoce como la España vaciada, excluida. Exclusión que es llevada al extremo en Siria, la tierra de su segundo apellido, y que desde hace años vive el terror de la guerra, la muerte y la expulsión de sus gentes. Es curioso cómo desde el vacío y la exclusión se engendró un ser humano tan lleno de vida y con tal capacidad para amar y abrazar gente.
Con el alma rota anunciamos desde GRAIN que se nos ha muerto nuestro hermano, colega y camarada Carlos Vicente.
El pasado lunes 14 de marzo de 2022, nuestro compañero Carlos se sintió cansado y fue a dormir un rato y ya no despertó. Plácido tránsito para quien despertó tantas conciencias, primero en Latinoamérica y de ahí por todo el mundo.
Carlos, argentino de asado en familia y amistades, de River Plate; era grande de cuerpo, de espíritu y de palabra. En sus apellidos, Vicente Fatouh, llevaba un doble origen que le abría a realidades de otros continentes. Vicente viene de un pequeño pueblo de sólo 230 habitantes llamado Cubo de Tierra del Vino, en tierras de Zamora, dentro de lo que se conoce como la España vaciada, excluida. Exclusión que es llevada al extremo en Siria, la tierra de su segundo apellido, y que desde hace años vive el terror de la guerra, la muerte y la expulsión de sus gentes. Es curioso cómo desde el vacío y la exclusión se engendró un ser humano tan lleno de vida y con tal capacidad para amar y abrazar gente.
Muchos no conocimos lo que era un abrazote hasta que conocimos a Carlos. Carlos era abrazotes de piel, de pelo, de calor, de vida, de cercanía, incluso en la distancia obligada por la pandemia. Porque Carlos era, es, eso: abrazo, calor y vida. Y mucho más.
Hay quien dice que Carlos era un hombre-árbol, un árbol-gente, que con su abrazo y la calidez, frescor y sombra de sus palabras nos alojaba en su ámbito.
Carlos entró a GRAIN a comienzos de 2001. Hasta entonces, el teatro y la farmacia lo habían mantenido ocupado. Farmacia en el sentido más amplio posible, donde sanar es lo importante. Trabajaba con plantas medicinales en Rosario, Argentina, y estaba conectado con varios grupos con los que GRAIN ya colaboraba construyendo redes de agroecología, derechos de campesinas y campesinos, y soberanía alimentaria. Tenía un historial de activismo político en la lucha contra la dictadura en Argentina. Carlos asumió como propio nuestro trabajo con la revista Biodiversidad, sustento y culturas y ayudó a crear una fuerte coalición regional a su alrededor, la Alianza Biodiversidad. Su vitalidad, afecto y energía fraternal hicieron que la construcción de movimientos pareciera fácil, como uno de sus abrazotes. Carlos fue un verdadero tejedor de unidad, de tejido social.
Con el cuidado de Carlos, la revista Biodiversidad se convirtió en un sólido árbol. En sus ramas y hojas tienen cabida las perspectivas de los movimientos sociales y el activismo sobre la biodiversidad en América Latina y más allá. Su contenido se centra en cómo las comunidades cuidan la biodiversidad, qué significa para ellas, quién la está destruyendo, por qué y cómo la defendemos. Esto hizo que la revista fuera tan única porque las propias comunidades contribuyeron a ella, fue su herramienta, y la sintieron propia.
La Alianza Biodiversidad se fue transformando en una fuerte plataforma política en América Latina en todos los temas relacionados con semillas, patentes, transgénicos, sistemas de saberes locales, tradicionales y nuevos, jóvenes, ancianidad, salud, tratados de libre comercio, economías alternativas y mucho, mucho más. Aunque se mantuvo en un segundo plano, Carlos fue la savia que alimenta el día a día de esta plataforma.
Carlos fue fundamental para ayudar a construir bilaterals.org, farmlandgrab.org y, a través de la ONG argentina que cofundó, Acción por la Biodiversidad, ayudó a crear biodiversidadla.org, que se convirtió en una de las más importantes herramientas de información en América Latina. Tenía una verdadera habilidad para seleccionar información clave y hacerla llegar a las personas adecuadas, dando forma así a la acción colectiva, día con día.
Carlos también era un apoyo fundamental a la articulación de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC). No es ningún secreto que La Vía Campesina fue el movimiento social más importante para Carlos. Como GRAIN, estaba muy sincronizado políticamente con CLOC. A través de este trabajo, Carlos llevó a GRAIN a una estrecha alianza con CLOC y sus miembros como ANAMURI, MNCI y otros. Carlos fue fundamental para que GRAIN cambiara el paso caminando más cerca de La Vía Campesina y otros movimientos sociales.
Dentro de GRAIN, Carlos era un pilar por su fuerte sentido político y su gran capacidad para distinguir el grano de la paja y llevarnos a la clara esencia de los problemas o de la toma de decisiones, especialmente en las acciones que necesitábamos emprender, incluido el trabajo contra el patriarcado. Su pensamiento práctico lo volvió un estratega en el amplio horizonte de los problemas y de las luchas. Su presencia profunda y sabia amplificó las luces de quienes lo rodeábamos. Él nos sacaba la mejor versión de nosotros mismos, de nosotras mismas. Para él era importante la historia, nuestro recorrido, pero con visión de futuro. Así, puso en marcha varios procesos de transición.
A estas alturas, ya se habrán dado cuenta de que Carlos es todo en GRAIN, y por eso, con su partida, tenemos las venas abiertas.
No sólo quienes estamos del lado de oprimidas y oprimidos pensábamos que Carlos era grande y su camino importante. En Monsanto también lo pensaban, y por eso comenzó a circular información firmada por un tal Carlos Alberto Vicente a favor de los transgénicos y los agrotóxicos. Carlos, con el humor que le caracterizaba, comenzó a mandar correos electrónicos con el siguiente remitente: Carlos Alberto Vicente (el bueno).
Pero Carlos es mucho más. Carlos es música, la misma que nos traía e intercambiábamos en cada reunión que teníamos. Carlos es palabra, conversador incansable, viajero a quien nada de lo humano le es ajeno, conocer le encanta, conocerle y amarle nos llena. Carlos es pasión por la vida, por los viajes, por las gentes, por lo suyo y lo ajeno. Conocerle ya te des-ajenaba, te hermanaba, te unía, te daba sentido.
Pero por encima de todas las cosas Carlos es lo que siempre llevaba en la mano, en un bolsillo, en la mochila, en la cartera: semilla, porque son incontables las iniciativas, las personas, las luchas, las organizaciones, los territorios, las comunidades, las vías campesinas, los campos, las tierras, los ríos donde ha sido semilla de vida, de esfuerzo, de impulso, de apoyo, de acogimiento. Nunca tanta gente debe tanto a quien nunca pretende cobrarlo. Como buena semilla campesina, Carlos es patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad.
A los 64 años, Carlos nos dejó demasiado pronto, pero estaremos eternamente agradecidos por su fino trabajo, su maravillosa camaradería y su calidez humana. Siempre fue un placer trabajar con él. Y con su espíritu positivo, Carlos engrandeció y dio vida a GRAIN, donde su huella permanece.
Abrazamos a Ingrid, Lucía, Ailín y Juanfri y toda su familia y amistades. Que todas y todos nos consolemos al saber que Carlos tuvo un gran impacto y su legado sigue vivo en las escuelas de agroecología y en los movimientos sociales de América Latina y del resto del mundo.
Carlos sigue caminando en cada uno y en cada una que le pensamos, le sentimos y le queremos.
De él dijo la Unión de Trabajadores de la Tierra en Argentina, al enterarse de su fallecimiento: “Sos semilla que brotará en cada territorio en lucha”.
Homenajes a Carlos desde América Latina:
Lamentamos profundamente a passagem do nosso companheiro Carlos Vicente, que tanto se dedicou às causas socioembientais na América Latina. Integrante da organização Grain, era e continuará sendo sempre, por meio das nossas memórias, uma pessoa comprometida, generosa e terna.
Carlos Vicente teve um papel fundamental em articulações relacionadas ao meio ambiente e às lutas de camponesas e de camponeses, assim como de povos e comunidades tradicionais. Era também um grande especialista em plantas medicinais, incentivando novos trabalhos sobre o tema na Argentina, no Uruguai e no Brasil.
Agradecemos por toda partilha feita por Carlos Vicente em sua jornada. Nesse momento de tristeza, prestamos toda nossa solidariedade à família, amigos (as) e companheiros (as) de luta. Foi um grande ativista, sem dúvida! Carlos Vicente, presente! Carlos Vicente, semente!
Com todo carinho,
Grupo de Trabalho (GT) Biodiversidade da Articulação Nacional de Agroecologia (ANA).
Carlos Vicente, cuidador de semillas, luchador por la soberanía alimentaria
Carlos Vicente: ¡Hasta siempre, compañero!
¡Hasta siempre compañero Carlos Vicente!
Fuente: GRAIN