Victoria campesina

Idioma Español
País Colombia

Un ejemplo de esta renovada etapa es el avance en decisiones de gobernanza que impactan el mundo rural. La ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, junto con el ministro del Interior y la ministra de Ambiente, firmó el decreto que reglamenta la Comisión mixta nacional para asuntos campesinos, acto que coincidió con el acuerdo entre el Gobierno y las organizaciones campesinas.

Foto: Facebook Fensuagro Colombia

Cientos de campesinos, que llegaron a Bogotá acogiendo el llamado de movilización de la Agenda Nacional Campesina, retornaron a sus territorios gracias al acuerdo suscrito con el Gobierno nacional, que, sin duda, es un espaldarazo a la reforma rural integral y una conquista del movimiento campesino que levanta la bandera de la tierra y la paz.

Durante tres días, las instalaciones de la Agencia Nacional de Tierras y la de Desarrollo Rural, ubicadas en el emblemático Centro Administrativo Nacional, CAN, se convirtieron en un campamento lleno del colorido y rostros de la Colombia profunda, adornado de pancartas y consignas del movimiento agrario, carpas y fogones comunitarios, que trajeron la región al mismo corazón del Gobierno nacional.

Los campesinos venían preparados para una larga jornada, como han tenido que ser sus acciones de éxodo, siempre desatendidas y estigmatizadas. Pero, esta vez, primó la voluntad de las entidades responsables de la política agraria y la disposición de diálogo de las organizaciones campesinas, que confluyen en la Agenda Nacional. Estas depusieron sus históricas prevenciones, producto de la triste historia de pactos no cumplidos, para definir una hoja de ruta que permita echar a andar la Reforma agraria integral y la implementación del Acuerdo final de paz en los territorios.

El acuerdo de 31 puntos contiene elementos claves para potenciar el compromiso de la reforma rural con acciones concretas que destraben el avance de esta política, que ha sido malograda por las presiones de sectores políticos representantes de la gran propiedad y que, con su desprecio a las comunidades rurales, han atizado la guerra que ha golpeado, especialmente, al campo durante más de 60 años.

Este proceso de diálogo abierto, que contó con la participación de la institucionalidad agraria encabezada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, abordó las problemáticas más acuciantes de las comunidades rurales. El acceso a la tierra, educación y los derechos humanos son sin duda el centro de las exigencias del movimiento campesino. En concordancia con su pliego, se trazaron metodologías y tiempos para lograr el avance del acuerdo.

Un acuerdo para fortalecer la Reforma agraria

El Ministerio de Agricultura adquirió el compromiso de iniciar los estudios que permitan avanzar en la sustracción de Ley segunda para la creación de nuevas Zonas de Reserva Campesina, entendiendo una realidad agraria que sobrepasa la concepción de la norma y reconozca la presencia de comunidades campesinas arraigadas en territorios de reserva forestal.

Para materializar los acuerdos, la Agencia Nacional de Tierras priorizará el presupuesto que le permita la compra de 18.000 hectáreas más para la vigencia 2024. Además, la Agencia de Desarrollo Rural establecerá acciones para la reactivación económica, ampliando los mercados campesinos y promoviendo proyectos sostenibles, con líneas de comercialización para campesinos beneficiarios.

El Ministerio del Interior y el Departamento Nacional de Planeación instalarán una mesa de trabajo para revisar el Presupuesto 2025 y garantizar la cofinanciación de estas líneas de inversión acordadas. Además, la Unidad de Restitución de Tierras, junto con el Ministerio de Justicia y la Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos, avanzará en definir la ruta de fortalecimiento de un plan piloto de sustitución de cultivos de coca, inicialmente en el sur del departamento de Bolívar.

Los ejes centrales del acuerdo plantean como acciones urgentes avanzar en la adjudicación y formalización de tierras, traducido en el impulso y constitución de Zonas de Reserva Campesina como lo establece el Acuerdo de paz de 2016. Esto incluye la adjudicación de predios y bienes por medio de la Sociedad de activos especiales, SAE, donde se establezca también una ruta clara de seguimiento que proteja a las familias beneficiarias.

Se concretó la reactivación económica de la política pública de Reforma agraria, destinando recursos específicos que cofinancien proyectos productivos para campesinos adjudicatarios de predios vía la Agencia Nacional de Tierras. Esto incluye una bolsa de 300 mil millones de pesos para el impulso y promoción de proyectos agroindustriales, donde se prioricen los presentados por la Agenda Nacional Campesina en diferentes convocatorias de entidades nacionales y territoriales.

La mesa de negociación acordó el impulso de proyectos de construcción y adecuación de casas comunitarias campesinas, la creación de una red de atención y asistencia alimentaria con centros de abastecimiento, ollas y comedores comunitarios.

Diálogo que construye

Este ejercicio democrático es un hito para la lucha campesina. Si bien el Gobierno nacional en su programa del cambio incorpora un núcleo duro para la transformación del territorio y el impulso de la postergada Reforma agraria, la movilización de la Agenda Nacional Campesina puso al centro la cuestión agraria como una bandera fundamental en el propósito de avanzar hacia las grandes transformaciones. Esto le pone ritmo a un proceso que se había enredado en los vericuetos de la burocracia del Estado y la falta de resolución de algunos funcionarios. Coincide con la renovación del equipo de trabajo del Gobierno, que con nuevos cuadros frente a sus carteras claves oxigena la dinámica institucional.

Un ejemplo de esta renovada etapa es el avance en decisiones de gobernanza que impactan el mundo rural. La ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, junto con el ministro del Interior y la ministra de Ambiente, firmó el decreto que reglamenta la Comisión mixta nacional para asuntos campesinos, acto que coincidió con el acuerdo entre el Gobierno y las organizaciones campesinas.

“Este espacio va a permitir forjar las bases solidas de la Reforma agraria, permitiendo al campesinado establecer rutas, espacios y mecanismos para redistribuir la tierra, democratizarla y garantizar la producción de alimentos”, dijo la ministra Carvajalino al anunciar la firma del decreto.

Concluye así una jornada de victoria para el movimiento campesino, reafirmando el compromiso del Gobierno con su causa, comprometiéndolo con su justa lucha. La movilización es la ruta para garantizar, y reivindicar, el derecho a la tierra, mil veces arrebatado entre engaños y argucias por el viejo régimen. Como dice un dirigente campesino del Cauca que regresa en las coloridas chivas lleno de alegría por el deber cumplido, “Los que nos engañaron, no volverán”.

Fuente: Agencia Prensa Rural

Temas: Agricultura campesina y prácticas tradicionales

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