“Vamos a seguir luchando” contra los transgénicos: Gustavo Huchin
Llegaron a sembrar sus transgénicos sin pedirnos permiso ni ver cómo nos afectaba, envenenaron el agua y la miel, nuestra principal actividad comercial, “pero vamos a seguir luchando”, anunció el apicultor Gustavo Huchin Cauich, del municipio de Hopelchen, Campeche, quien presenta en diferentes foros el documental ¿Qué pasó con las abejas?, donde resume lo ocurrido en su comunidad con la siembra de soya transgénica.
Junto con Adriana Otero, Elizabeth A. Castle, Jade Baxter y Luna Marán, Huchin Cauich participó en la mesa redonda Activismo, comunidad y cine, del Festival Internacional de Cine Tulum (FICTU) 2019. Su historia robó reflectores entre los asistentes, quienes reconocieron la lucha que desde 2012 libra el colectivo de comunidades indígenas mayas de Los Chenes, al cual pertenece.
El campechano, quien lleva 45 años en la apicultura, señaló que “es parte de mí mismo, de mi naturaleza, amo a las abejitas por su labor tan noble que nos da alimento y recursos económicos. Me da mucha lástima y coraje que gentes de fuera vengan y quieran acabar con nuestra actividad”.
La muerte masiva de los insectos comenzó con la siembra de soya transgénica y el uso de agrotóxicos en la región, por lo cual los indígenas acudieron a las autoridades para tratar de detenerlo. Su caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde les pidieron al menos 50 mil firmas que acompañen su petición. Mediante las redes sociales, su caso comenzó a ganar adeptos, y tanto mexicanos como extranjeros les brindaron su apoyo. Así conoció también a la productora Adriana Otero, con quien filmó el documental ¿Qué pasó con las abejas?, que ha viralizado el caso de las comunidades mayas en Campeche.
Pero de acuerdo con Huchin Cauich, “no sólo es en Campeche, pasa también en Yucatán, en Quintana Roo, están contaminando nuestros suelos, nuestra agua”.
Lucha contra el sistema
El apicultor calificó como “una vacilada” la forma en la que fueron tratados por el gobierno anterior, que nada hizo para velar por sus derechos. La determinación de la Corte fue “que se nos consulte y que no siembren su producto mientras dura la consulta, pero se sigue sembrando la soya transgénica y se sigue deforestando, sigue la mortandad de abejas por las fumigaciones y el uso de agrotóxicos”.
Dijo que la consulta es de mucho beneficio para ellos “porque es un derecho que nos asiste a los indígenas y es necesario que nosotros demos nuestro consentimiento o lo que queremos que se haga en nuestro territorio”.
Por ahora las pláticas están detenidas pero esperan con las nuevas autoridades federales asentar las condiciones para que se siga la consulta y aseguró que hay buena voluntad de parte de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogen), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) e Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) para reiniciar el próximo año.
Fuente: La Jornada Maya