Uruguay: IMM obliga a identificar transgénicos
La Intendencia de Montevideo incorporó a su digesto una norma que obliga a identificar los alimentos que son genéticamente modificados. La medida se adoptó por "razones de salud, económicas, ambientales, religiosas y éticas”.
A. López Reilly | G. Cortizas
En tanto, el Ministerio de Salud Pública (MSP) todavía trabaja en la reglamentación de una ley aprobada en abril de 2013 sobre alimentación saludable en los centros de enseñanza, que promoviera el diputado nacionalista Javier García. (Ver entrevista).
A la fecha, más de 60 países, incluyendo los de la Unión Europea, Corea del Sur, Japón, Australia, India, China y otros socios comerciales de Uruguay (particularmente Brasil en el Mercosur) tienen leyes o reglamentos que obligan a la difusión de los alimentos genéticamente modificados en los rótulos de los alimentos.
En Uruguay, el tema se encuentra regulado en parte por el decreto del Poder Ejecutivo N° 353/008, el que en su artículo 4º establece: "El Gabinete Nacional de Bioseguridad (GNBio) promoverá acciones tendientes a la implementación del etiquetado voluntario `GM` o `no GM`, aplicable a aquellos alimentos en los que se pueda comprobar mediante análisis del producto final la presencia de ADN o proteínas genéticamente modificados".
Sin embargo, la División Salud de la Intendencia de Montevideo advirtió que, en los hechos, hasta ahora nunca fue exigible la identificación de alimentos que contienen elementos genéticamente modificados, por lo que la comuna envió un proyecto de decreto a la Junta Departamental que fue aprobado antes de su receso de verano.
En mayo de 2011, el Codex Alimentarius (organización de los estándares alimentarios de las Naciones Unidas) aprobó un texto que indica que los gobiernos pueden decidir sobre cuándo y cómo etiquetar a los alimentos producidos por ingeniería genética. Pero también advirtió que la identificación obligatoria de estos alimentos puede ser un método especialmente importante para preservar el valor económico de las exportaciones a mercados sensibles a los requisitos de etiquetado, como el caso de Brasil, el principal socio comercial de Uruguay.
La nueva normativa municipal advierte que el etiquetado ofrecerá a los consumidores el conocimiento de "si su alimento fue producido con ingeniería genética, incluyendo razones de salud, económicas, ambientales, religiosas y éticas".
Los alimentos transgénicos son aquellos que fueron producidos a partir de un organismo modificado genéticamente mediante la ingeniería, incorporándole genes de otro para lograr una característica o variedad determinada.
En el mercado local tienen mayor presencia los alimentos procedentes de plantas transgénicas como el maíz, la cebada o la soja, pero internacionalmente cada vez son más comunes los tomates, las uvas y el arroz transgénico.
Desde hace años, la soja es cosechada en Uruguay y exportada a mercados como el europeo y el asiático, como alimento para animales. También es empleada en Uruguay en alimentos procesados, como el aceite, la leche de soja y los alfajores, entre otros.
Alimentación escolar.El próximo mes de marzo, junto al comienzo del año lectivo, se deberá comenzar a instrumentar el nuevo plan de Alimentación Saludable, contemplado en una ley aprobada en abril de 2013.
La nueva norma, que busca implementar hábitos alimenticios saludables en los niños en edad escolar y liceal, fue impulsada por el diputado nacionalista Javier García, quien definió a la normativa como un "cambio radical".
La implementación está ahora en manos del Ministerio de Salud Pública, encargado de formular un listado de alimentos y bebidas "nutritivamente adecuados". Listado que todavía no hizo público pero que debería estar terminado antes del inicio de clases dentro de dos meses.
Quienes deberán estar atentos son los propietarios de kioscos, cantinas y comedores de las instituciones educativas. Estos deberán contar desde la implementación de la ley con alimentos especiales para niños celíacos y diabéticos y a un precio accesible. A su vez, se intentará fomentar que los niños eliminen de sus dietas las grasas trans y el exceso de azúcar y sal.
Además, el "Ministerio de Educación y Cultura incluirá en el sistema educativo el tema de los hábitos alimenticios saludables y estimulará el consumo de agua potable y la realización de actividades físicas contrarias al sedentarismo", dice el texto de la ley.
La normativa prohíbe, además, la publicidad de alimentos que no estén incluidos en el listado que debe elaborar el Ministerio de Salud Pública. Los saleros tampoco podrán estar disponible para los jóvenes.
Si bien hasta el momento muchas instituciones educativas han fomentado la alimentación balanceada en sus alumnos, estas iniciativas quedaban hasta el momento sujetas a la voluntad de las autoridades de los centros.
Con esta nueva ley se buscará profundizar los buenos hábitos y que sean los propios niños lo que eduquen a sus familias en el tema.
En Uruguay siete de cada diez personas mueren a causa de enfermedades provocadas por la mala alimentación. Hábitos que en general se adquieren desde la primera infancia.
Uruguay sigue con esta nueva norma la tendencia internacional en materia de alimentación en los centros educativos.
En octubre de 2013, el Ministerio de Salud Pública presentó el Programa de Alimentación Saludable que se aplicará en las escuelas. Este plan se aplicará en dos etapas. La primera será de carácter meramente informativo ya que se explicará en los centros educativos la necesidad de variar la alimentación que se comercializa dentro de las propias instituciones. En la segunda etapa, se controlará que se modifiquen los productos que ofrecen los responsables de las cantinas escolares.
Fuente: El País