Uruguay: Fipronil: mortandad de abejas que se pudo evitar
Desde fines de enero se ha estado denunciado a través de distintos medios de comunicación la mortandad de abejas en el departamento de Flores. Según lo información aportada por distintos medios de prensa, esta mortandad habría sido causada por el uso del insecticida fipronil. De acuerdo a lo explicado por el Técnico Apícola Manuel E. Suárez (vinculado al Laboratorio “Zelinco S.A.) en una reunión que se llevó a cabo en Florida el día 5 de febrero, la mortandad de abejas “se debió al uso incorrecto e involuntario de fipronil, que es el principio activo de Fiproland”.
Según el Ing. Agr. Núñez, también presente en la reunión, el insecticida fue utilizado en una pradera para el combate de la tucura.
El resultado fue que en diez días se perdieron más de 2.700 colmenas.
Esto nunca debió ocurrir
En julio de 2004, RAPAL ya había advertido sobre los peligros del Fipronil. Ante una resolución del MGAP que recomendaba el uso de hormiguicidas en base a fipronil para sustituir al mirex, RAPAL emitió un comunicado en el que se decía: “Llama la atención que el MGAP apele al uso de estos productos, cuando en Francia se suspendió, en enero del 2004, la venta de insecticidas a base de Fripronil debido a la muerte de millones de abejas por la aplicación de este insecticida en los cultivos agrícolas”. (1)
Es decir, que ya era conocido el impacto de ese agrotóxico sobre las abejas y si se hubieran tomado las medidas del caso, la actual mortandad de abejas nunca habría ocurrido.
No solo afecta a las abejas
El fipronil es un insecticida desarrollado por Rhône-Poulenc entre 1985 y 1987 y puesto en el mercado en 1993. Al igual que muchos otros agrotóxicos, sus efectos sobre el ambiente y la salud humana recién se conocieron años más tarde.
Ahora se sabe que el fipronil no sólo es tóxico para las abejas, sino que también tiene efectos adversos sobre la salud humana y la agencia ambiental norteamericana (EPA) identifica al fipronil como un posible cancerígeno (Beyond Pesticides 2003).
A lo anterior se suman los ya conocidos impactos del fipronil sobre determinados grupos de aves y peces, que llevan a Tingle y otros (2003) a concluir que "se requieren más estudios de campo sobre los impactos del fipronil sobre la fauna de vertebrados (anfibios, reptiles, aves y mamíferos) antes de que se pueda validar adecuadamente el riesgo de este insecticida sobre la fauna silvestre". (2)
Hacia la prohibición
La toxicidad del fipronil no es entonces el resultado de “su uso incorrecto e involuntario”, sino que es inherente a su naturaleza y se trata de una sustancia cuestionada en muchos países del mundo por su toxicidad.
Existe suficiente información como para tomar medidas para la prohibición del uso de esta sustancia altamente tóxica.
Esperamos que la muerte de estas miles de colmenas sea un llamado de atención para las autoridades y que las impulse a adoptar las medidas necesarias con respecto a este agrotóxico.
Fuentes:
(1) RAPAL (2004).- El MGAP prohíbe un hormiguicida peligroso , 9 de julio
(2) Carrere, Ricardo (2004).- Hormigas, agrotóxicos y forestación, Nordan
RAPAL Uruguay
8 de febrero 2008
Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina
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