Una primavera sin flores: Comunicado de la Comunidad la Primavera, Formosa
Tiempo atrás, en los meses de septiembre, dialogábamos con Félix sobre la primavera que se aproximaba, lo hacíamos en el corte de ruta, y él sabiamente expresó que ésta iba a ser una primavera sin flores.
De noche los jóvenes tobas debían hacer guardia por que la policía junto con el municipio de Clorinda realizaba operativos nocturnos donde, pagándole a criollos en condiciones de miseria, hacían que los mismos condujeran sus motos hacia el corte para estrellarse con los troncos y ramas que sobre la ruta dejábamos. Esto provocaba luego esos típicos argumentos mediatos, de quiénes y por que estábamos en la ruta. Luego también fuimos testigos de cómo allegados al gobernador, quien tiene propiedades cerca de La Primavera, se acercaban con sus camionetas a querer obsequiarnos celulares y todo tipo de cosas a modos de sobornos y chantajes. Es importante aclarar que este corte venían sosteniéndolo más que nada los jóvenes, y que en varias oportunidades fueron los que con su vida defendieron la ruta y nuestros reclamos.
Ante los hechos sucedidos queremos aclarar que nosotros jamás disparamos, que Félix Días se defendió con una gomera de la familia Celia, que a caballo disparó siete disparos a quemarropa sobre el compañero. Que jamás hubo juez presente al momento del desalojo como tampoco orden de desalojo, y ese fue nuestro principal argumento para no abandonar el lugar.
Que antes de estos episodios las amenazas eran constantes, y que producto de este episodio todas nuestras cosas fueron quemadas, con los niños viendo tales hechos, con las mujeres gritando, a las cuales se las arrastró a muchas de ellas hacia la prisión. Y todo esto sabemos es por no ser afines al partido justicialista. Miles de veces a través de párrocos y otras instituciones quisimos el diálogo, pero jamás el gobernador ni otra autoridad quiso escucharnos.
Por eso comunicamos y mandamos las siguientes palabras a todas las organizaciones y movimientos sociales del país.
Nosotros pueblos indígenas, hombres comunes de este suelo, seguiremos en pie de lucha por las 612 hectáreas que no nos pertenecen a nosotros, ni tampoco a la familia Celia. Por que la tierra no le pertenece a ningún hombre, sino que nosotros le pertenecemos a la tierra. Por eso la misma no puede venderse, ni comprarse, por que una madre no se vende ni compra, sino se quiere y respeta.
Lo que nosotros pedimos es el derecho a transitar libremente por ella. Y sabemos lo difícil que le puede ser comprender esto a cualquier estado nacional o provincial, pero esa es nuestra forma de vida e interpretación del tiempo espacio. Es por eso que las muertes sucedidas no cambiarán para nada nuestra postura, murieron hermanos hijos de una madre, a la que estamos dispuestos a seguir defendiendo con nuestra vida si ha de seguir siendo necesario.
Que la justicia que pedimos ahora no se acaba tan sólo en la aclaración de los hechos, sino en que se respeten nuestros derechos como pueblos indígenas.
Atentamente, Colonia La Primavera en común unidad.
Fuente: Prensa de Frente