Un Foro Agrario sembrado de propuestas desde abajo
Dos jornadas de trabajo en las que participaron más de 3 mil personas fueron el marco para la realización del Primer Foro Nacional para un Programa Agrario Soberano y Popular. Campesinxs, pequeñxs productorxs, indígenas, universitarixs, estatales y más fueron protagonistas de un acontecimiento inédito en medio de un año electoral.
El microestadio de Ferro fue el escenario reciente de un partido decisivo en la historia argentina. Pero no se trata de una hazaña deportiva, sino de un hito democrático de gran impacto en un año electoral: más de 3 mil personas se reunieron allí para darle vida al Primer Foro Nacional por un Programa Agrario Soberano y Popular. Campesinxs, pequeñxs productorxs, indígenas, trabajadorxs estatales, universitarixs, representates gremiales y gente del pueblo de a pie debatieron durante dos jornadas (el 7 y 8 de mayo, dos fechas para recordar por su trascendencia futura) cuáles son las políticas públicas que necesita el sector, en un amplio abanico de temas articulados sobre tres conceptos fundamentales: Soberanía alimentaria, Tierra como territorio y hábitat y Construcción de un modelo productivo no extractivista.
A diferencia de los armados electorales donde los protagonistas se pelean por escalar posiciones en las listas, aquí no hubo nombres y apellidos mediáticos sino propuestas concretas para atender las necesidades de miles de familias (productoras de alimentos) que pelean por la subsistencia entre el avance de las grandes corporaciones y los terratenientes y el abandono por parte del Estado. Las más de cien organizaciones que formaron parte del Foro tenían bien claro que poner esos temas en agenda era un desafío abierto a los candidatos y a la sociedad en su conjunto, ya que la discusión en torno a la alimentación trasciende el ámbito rural.
Nahuel Levaggi, coordinador nacional de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), reflexionaba sobre el alcance de este encuentro: "Si bien el Foro lo impulsamos desde las organizaciones de pequeños y medianos productores, campesinos, indígenas y de la agricultura familiar, proponer un Programa Agrario Soberano y Popular en base a defender los intereses del pueblo es un avance para todo el pueblo. Nosotros estamos planteando la soberanía alimentaria, queremos garantizar alimentos sanos y a precios justos para cada mesa argentina. La dependencia de las grandes multinacionales y de las industrias concentradas agroalimenticias hace que todo el pueblo esté pagando muchísima plata por comer todos los días".
Los protagonistas en la cancha
La parte más jugosa del Foro fue el trabajo en veintrés comisiones por temas, donde los grupos hacían un diagnóstico de la situación y luego pensaban y discutían iniciativas de corto, mediano y largo plazo. Dispersas por distintas áreas del amplio polideportivo de Ferro (incluso junto a los banco de suplentes del estadio de fútbol), las comisiones sirvieron para nutrir debates con una confluencia de miradas diversas, federales y horizontales.
Los ejes temáticos abordados eran: Modelo productivo, Tierras, Mar y pesca, Semillas, Rol del Estado, Agua, Forestal, Lechería, Carnes, Horticultura y fruticultura, Emergencia de las economías regionales, Gestión local participativa, Comercio interior, Comercio exterior, Cereales y oleaginosas, Trabajo rural, Educación, ciencia y técnica, Salud, Rol de lxs trabajadorxs del Estado, Logística de la distribución, Género, Pueblos originarios y Juventud.
Todas las voces presentes tenían algo valioso para aportar. Desde los criadores de cabras de Mendoza o los productores hortícolas de La Plata hasta las comunidades indígenas de la Patagonia o lxs trabajadorxs estatales, pasando por la docencia universitaria, lxs investigadorxs científicxs y las promotoras de géneros de las bases campesinas.
Con el orgullo de producir "alimentos sanos, sin agroquímicos", Carmen Mercado llegó con un contingente desde Cruz del Eje, Córdoba, para visibilizar las urgencias de quienes crían cabras para vender la carne y producir queso y dulce de leche: "Ahora pasa algo que nunca pasó antes: hay gente del campo a la que le falta la comida". Como delegada del Movimiento Campesino de Córdoba, también señalaba algunas responsabilidades ante la crisis: "El Presidente, los gobernadores y los gobiernos municipales tienen que hacerse cargo de lo que pasa con la gente del campo. Aumenta la luz, el agua, nos quitan las tierras. Nosotros existimos y si nosotros no producimos, no hay alimentos sanos para la ciudad".
Dana Moyano es travesti y forma parte de la Unión de Trabajadores Sin Tierra (UST) de Mendoza: "Encontrarnos acá nos ayuda a reforzar esta lucha, porque toda la lucha campesina tiene los mismos ejes: derecho a la tierra, acceso al agua, soberanía alimentaria, no a los desalojos, producción más digna. Esto puede tomarse como un intercambio de saberes para conocer cómo están otros sectores en otras provincias con sus luchas. Ahí te das cuenta que los grandes medios masivos editan y publican lo que les conviene".
Además de embanderarse con las reivindicaciones de lxs pequeñxs productorxs de la zona de Lavalle, en el norte mendocino, Dana defiende la educación popular desde su condición de maestra en la Escuela Campesina que tiene la UST: "Integramos la educación con los conocimientos campesinos, porque la escuela tradicional desarraiga a los campesinos y las grandes empresas aprovechan para acaparar los territorios".
Sobran propuestas, faltan candidatxs
También pasaron por el foro representantes de las luchas campesinas de países vecinos, se armó una feria al aire libre con productos de la economía social (verdura fresca, yerba, dulces, conservas y hasta artesanías indígenas) y hubo shows musicales. Lo más esperado por los asistentes eran las propuestas surgidas de las comisiones que nutrieron el Programa Agrario Soberano y Popular.
Los organizadores invitaron a diversos referentes políticos a escuchar de boca del campo verdadero (el campo popular y excluido) algunas pistas posibles para el armado de una plataforma de políticas públicas. Ningunx de lxs principales candidatxs a cargos ejecutivos fue. Se perdieron algunas iniciativas nacidas de la democracia directa que bien podrían envidiar los cuadros técnicos que pululan por los ministerios.
El micrófono lo tomaron en el cierre representantes elegidos por cada comisión para leer las propuestas surgidas de los debates. Zulma Molloja, por ejemplo, arengó a viva voz cuando le tocó compartir las propuestas sobre Horticultura y fruticultura: "¡Tenemos que estar orgullosos! ¡Estas manos trabajan! ¡Somos pequeños productores, no grandes terratenientes!". Cuando fue el turno de Lechería, un productor rural con conocimiento de causa decía que "es vergonzoso que el litro de leche cueste 60 pesos" y proponía, en nombre de su grupo, facilitar "leche más barata y más sana para el pueblo".
Un punto alto de las exposiciones fue la participación de la comisión de Pueblos originarios, que finalizó con los nombres de algunos hermanos asesinados (Rafael Nahuel, Ismael Ramírez, Javier Chocobar, Héctor Reyes Corvalán, Santiago Maldonado) y el grito "¡Presentes! ¡Ahora y siempre!". También se sacudió el microestadio cuando las representantes del grupo de Género enumeraron las problemáticas de las mujeres y la diversidad sexual en el campo, para cerrar con la proclama "¡Cuando una mujer avanza, el machismo retrocede!". Y de ese ejemplo, se nutren las familias campesinas. Dos banderas colgadas en el microestadio de Ferro señalan el camino: una dice “La única buena práctica agrícola es la agroecología”, la otra: “Sin feminismo, no hay agroecología”. Si la agroecología avanza, el agronegocio — que como el machismo, enferma, mata y se cree superior— retrocede.
Conclusiones urgentes para otro país posible
En uno de los documentos paridos en el Foro se señalan los principales puntos de acuerdo transversales a todas las comisiones:
1) Ley de reparación histórica de la agricultura familiar. Reglamentación y aplicación de la ley con participación de organizaciones de productores/as familiares, campesinos e indígenas con asignación presupuestaria suficiente. Adhesión de las provincias a la ley.
2) Democratización de las estructuras del sector público agropecuario con integración de las organizaciones y toma de decisiones vinculantes en sus intervenciones. Participación de las organizaciones del pueblo en el diseño, implementación y control de las políticas públicas agropecuarias.
3) Realización de foros en las 24 provincias para impulsar una ley nacional de presupuestos mínimos de aplicación de agrotóxicos.
4) Convocatoria a Foros Federales de discusión, análisis e implementación de una Reforma Agraria Integral.
5) Regulaciones que impidan prácticas monopólicas en todas las cadenas agroalimentarias (Observatorio de precios, Ley antimonopólica y Ley de góndolas).
6) Mejoramiento de la infraestructura rural: caminos, servicios, comunicación.
7) Acceso a la tierra: tierra para quien la trabaja, tierra como hábitat.
8) Fomento a la agroecología como política de Estado.
9) Compra pública: un Estado que privilegie los productos del sector y de PyMEs, proveyéndose de la producción de la agricultura familiar, y de las diferentes expresiones asociativas.
10) Fomento del Arraigo Rural.
11) Fomento de las cadenas cortas de comercialización para todas las cadenas productivas agropecuarias como política de Estado.
Mientras la política de arriba discute candidaturas, por abajo nació un programa elaborado colectivamente y muy parecido a las expectativas del pueblo. Un golazo para el año electoral.
Fuente: Revista Cítrica