Suplemento Ojarasca N° 156
En el contexto de violencia en que transcurre la vida actual de los mexicanos -fruto de un Estado rijoso conducido por un grupo político irracional y reaccionario-, la represión política y las frecuentes agresiones contra pueblos y organizaciones sociales, pasen o no desapercibidas, quedan sistemáticamente impunes. ¿Qué tantos ajusticiados son tantitos? ¿Qué tantos los presos por resistir o protestar, en un país de cárceles sobresaturadas?
Ante la Gran Violencia (y nuestras extraviadas “percepciones”), ¿quién se entera de que en las entidades mencionadas y en Oaxaca, Jalisco, Hidalgo, Estado de México, Distrito Federal o Sinaloa la gente no quiere represas, minas, desarrollos turísticos, autopistas brutales, despojos múltiples? ¿Que se persigue y amenaza a defensores de derechos humanos, periodistas independientes, activistas pacíficos? Con nubes de pólvora y mentira nos quieren nublar la vista. El resto: telenovelas y estadísticas.
Ojarasca