Suplemento Ojarasca N° 154
"El descontrol del Estado, que no de los poderes reales, tiene a México en una encrucijada que no consiguen maquillar ni matizar los discursos, las promesas, las profesiones de buena voluntad de un gobierno que no la tiene para la democracia ni los derechos del pueblo. La militarización progresiva del país es el único saldo 'positivo' de la estrategia de seguridad calderonista."
Muchos lo han señalado: bajo la pretensión de combatir al crimen organizado está la intención deprofundizar los mecanismos de control de la sociedad, al costo de represión que sea “necesario”...
¿Cómo esperar entonces atención o justicia en los recurrentes ataques paramilitares en Chiapas, Oaxaca y Guerrero, las incursiones militares en las Mixtecas y las Huastecas, los desalojos en Montes Azules, la polimorfa violencia entronizada en Michoacán contra purhépechas y nahuas, en Chihuahua contra los raramuri?.
El movimiento indígena, en sus distintas vertientes, enfrenta un desafío mayúsculo: el de su propia sobrevivencia como pueblos. (Umbral)