Soberanía alimentaria: Paradigma en lucha
El 16 de octubre fue el Día de la Soberanía Alimentaria mundial. Un recorrido por la historia de la fecha. La problemática de las corporaciones y sus intereses contrapuestos con la producción de alimentos y su acceso como un derecho.
Por Enrique Hernández
En el año 2001, el Foro Mundial sobre Soberanía Alimentaria realizado en La Habana, Cuba, decidió declarar el 16 de octubre, que hasta ese momento era llamado Día Mundial de la Alimentación, como el Día Mundial la Soberanía Alimentaría.
Ese año representantes de más de 60 países del globo se dieron cita para poner en común un análisis de por qué cada día aumenta el hambre y malnutrición en el mundo. Según la Food and Agriculture Organization (FAO), el organismo nucleado bajo la ONU ligado al estudio de la alimentación y la salud, en la población global hay 1.400 millones de personas con subalimentación y 2 mil millones con sobrepeso y problemas por abusos de alimentos.
La fecha rememora la vigencia del derecho de los pueblos a producir, a alimentarse y a ejercer su plena soberanía alimentaria. "Se trata de un día internacional de lucha", manifestó Carlos Vicente. Desde el 2001 integra Grain, una ONG dedicada a la investigación y acción con grupos campesinos para lograr sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y controlados comunitariamente.
Un ejemplo de ello es el proceso que se hizo en América latina a través de la Coordinadora de Organizaciones del Campo (CLOC). El espacio núclea a una diversidad de campesinos, originarios y militantes que buscan plantear frente a las corporaciones una alternativa.
"A nivel global, actualmente las corporaciones están impidiendo la posibilidad de la soberanía alimentaria al convertir a los alimentos en una mercancía", enfatizó Vicente. Ese es uno de los puntos más fuertes en la lucha de los pueblos por la soberanía alimentaria, proponer un modelo que pueda dar cuenta de otro paradigma en la producción y consumo de alimentos.
Son variadas y están conectadas las corporaciones en la cadena de producción, pero también en distribución y comercialización. El caso ejemplar es el de Monsanto. La multinacional instalada en distintos puntos de nuestro país no deja de generar rechazo. El caso más reciente es el bloqueo en la planta de Malvinas Argentinas, Córdoba. Allí se realiza un bloqueo que está pronto a cumplir un mes. Los manifestantes sufrieron varios ataques y represión directa a manos de las fuerzas provinciales.
Este año Monsanto ha lanzado un nuevo modelo de semilla de soja, que será empleado por primera vez en la próxima campaña. Se trata de la Intacta RR2, lanzada a fines del año pasado con la aprobación del ministro de agricultura Norberto Yahuar. La característica de esta semilla es que refuerza la sujeción al empleo del glifosato, el químico altamente tóxico que se emplea para fumigar.
En varios puntos del país se han denunciado casos de muerte y problemas graves de salud. El causante es la proximidad con los campos donde se fumiga. Sin embargo al día de hoy no existen cifras oficiales. Hay en cambio numerosos estudios de universidades nacionales, como la de Rosario, donde se documentó malformaciones en nacimientos, entre otros graves problemas.
"Este descontrol de las corporaciones responde a un modelo de agricultura que contamina con los agrotóxicos y que expande la frontera agrícola para sostener el lucro", agregó Vicente. Sólo en nuestro país, en el pasado año, se desforestaron unas 200 mil hectáreas por año por el avance de la frontera agrícola. Esto incluyó como destino no sólo la producción de soja sino también por el desplazamiento de otros cultivos y en menor medida para la ganadería.
La soberanía alimentaria es autonomía
La realidad del productor es complicada. Más aún cuando se especializa en alimentos que no sean soja. Como el caso de los quinteros del gran La Plata.
En vísperas del día por la temática, productores nucleados en la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), técnicos, especialistas y militantes sociales se concentraron la semana pasada en Plaza Moreno, de La Plata. Allí dieron a conocer un modelo agrícola distinto, que atiende a la soberanía alimentaria desde los reclamos del sector.
Nahuel Levaggi es vocero de la UTT y militante del Frente Darío Santillán. Además de trabajar distribuyendo la producción de quinteros del gran La Plata, explicó a Marcha sobre el proyecto de Colonia Agrícola Integral de Abastecimiento Urbano. "Se trata de un sistema que propone una alternativa concreta a las corporaciones", comentó. "La idea es que se plasme en una política pública, para ello hoy estamos entregando en carpetas a funcionarios provinciales y nacionales, pero también municipales", agregó.
Además, desde el mediodía, cerca de un centenar de productores ofrecieron una feria de verduras. Allí los vecinos del centro platense se sorprendían por los bajos precios. "Hay mucha diferencia, nosotros hoy podemos ofrecer a estos precios, que son bajísimos, para que los vecinos entiendan que los productores en las quintas reciben esto", comentó Nahuel. La diferencia queda en los intermediarios, que agrandan la brecha.
"La soberanía alimentaria no es solamente una cuestión agrícola y campesina, es una cuestión que tiene que ver directo con la vida y con el derecho de los alimentos para ser autónomos como pueblos", concluyó Nahuel.
Fuente: Marcha