Se metieron con lo más sagrado. El lobby de la industria biotecnológica al asalto del Vaticano
Esta nota intenta agrupar los documentos que nos parecen más significativos en relación al trigo transgénico que propone legalizar la empresa Bioceres y una anticipada mención que hace la Congregación para el Culto divino en el año 2017, acerca de que el trigo verdadero “podría ser ahora el trigo geneticamente modificado”.
El Vaticano, contra las hostias sin gluten, pero a favor de los transgénicos
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos elaboró un comunicado por encargo del papa Francisco en el que se recuerda las estrictas normas para la elaboración del pan y el vino destinados a la Eucaristía, como que las hostias no puedan ser sin gluten, aunque el pan y el vino sí pueden estar preparados "con organismos genéticamente modificados".
En el documento dirigido a los obispos de todo el mundo se les indica que son ellos quienes tienen que "vigilar la calidad del pan y del vino destinados a la Eucaristía y, por tanto, a aquellos que los preparan". La Congregación recuerda las rígidas disposiciones y se sugieren algunas indicaciones prácticas debido al cambio de los tiempos, pues si antes eran las comunidades religiosas de monjas las que se ocupaban de preparar el pan y el vino para la misa "ahora se pueden encontrar en los supermercados, en otros negocios y a través de internet".
Además, insisten en la necesidad de "comprobar quién es la persona encargada de proveer el pan y el vino para la celebración, así como la idoneidad de la materia" y que esta sea una persona "honesta".
Sobre la elaboración de las hostias se recuerda que deben ser de pan ázimo, sólo de trigo, y por tanto está prohibido con otras sustancias, aunque sean cereales, incluso se considera un "abuso grave" introducir otras sustancias como frutas, azúcar o miel.
"Bajo ningún pretexto"
"Está totalmente prohibido utilizar un vino del que se tiene duda en cuanto a su carácter genuino o a su procedencia" y "no se debe admitir bajo ningún pretexto otras bebidas de cualquier género", subrayan. Ante las intolerancias alimenticias cada vez más frecuentes, el Vaticano también responde que está permitido "el uso del pan con poca cantidad de gluten", pero no totalmente sin él. Mientras que sí está permitido tomar "el mosto", "el zumo de uva fresco o conservado, cuya fermentación haya sido suspendida por medio de procedimientos que no alteren su naturaleza". Para asegurarse de que se respetan estos criterios, el Vaticano sugiere instaurar una autoridad de control en cada país.
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Carta abierta del grupo de Grupo de Ecología y Ecumenismo (Argentina) al Papa Francisco sobre la
decisión de aceptar el trigo transgénico como materia valida en el pan eucarístico
Santo Padre, esta carta abierta tiene el propósito de transmitirle nuestro estupor al enterarnos, por casualidad, que en la circular N 320/17 la Congregación para el culto divino y la Disciplina de los sacramentos, ha decidido que la eucarística preparada con organismos genéticamente modificados puede ser considerada materia válida .
La casualidad sucedió que debido a la inminente aprobación en la Argentina del trigo transgénico, (HB4) resistente a la sequía y al Glufosinato ,quisimos saber la posición de nuestra Iglesia referida a las sustancias que componen el pan de la Misa. El hallazgo de la Circular del 2017, no tan sólo nos sorprendió, sino que también nos indignó.
Usted mejor que nadie conoce las consecuencias de los cultivos transgénicos en Sudamérica, bien lo expresa en el Laudato Si (113-134).También en la Encíclica expresa las limitaciones éticas de la manipulación transgénica (136) y se nos dice “Sobre muchas cuestiones concretas la Iglesia no tiene por qué proponer una palabra definitiva y entiende que debe escuchar y promover el debate honesto entre los científicos, respetando la diversidad de opiniones”(61). Laudato Si nos inspira, nos da confianza. Existe una idea de casa común que hay que cuidar.
Sucede que toda la alegría e inspiración que provocan los capítulos de la encíclica ambiental se diluyen cuando se acepta la posibilidad de usar harina transgénica en la eucaristía. Es muy llamativo que la Iglesia tome postura en este tema tan tempranamente, sin un debate abierto; cuando más bien siempre se espera a que todas las cuestiones estén claramente resueltas y no haya dudas al respecto.
Por lo pronto, entendemos que en nuestra Iglesia no hubo debate ético abierto sobre las sustancias más sagradas que forman parte de la eucaristía. Discúlpenos pero es que como si el diablo personificado en intereses económicos que están destruyendo la armonía planetaria, se haya metido a jugar con nuestros principios.
Monsanto abandonó la comercialización del trigo transgénico en el 2004, a pesar de haber gastado millones de dólares en desarrollar el cultivo en sus laboratorios. No lo hicieron porque entendieron la resistencia moral de los pueblos a semejante producto . El sueño era dominar el mercado mundial del pan. En la Argentina lo que impide a BIOCERES largar, por ahora, el trigo transgénico es la resistencia de los consumidores, más que nada los bien informados. Usted bien debe saber que cuando hay hambre se come cualquier cosa, entonces el pobre con hambre no tendrá margen para cuestionar; hay negocio.
Si la Iglesia católica no tiene problemas éticos con que el pan de la Misa sea hecho con harina genéticamente modificada, ¿por qué los consumidores de pan alrededor del planeta van a tener pruritos morales para consumir panadería transgénica?
El negocio es claro; la propaganda sutil comienza por aceptar que el milagro de la transustanciación se haga con harina transgénica perteneciente a un grupo comercial cuyo afán es acumular dinero dominando a las sociedades y el medio ambiente.
Porque permite esto Santo Padre? Queremos creer que pasó de largo solapadamente. Quienes están a cargo de los debates éticos ¿le informaron?
Nos preguntamos si puede haber marcha atrás con esta decisión. Esperamos que sí.
Que Dios lo bendiga y siga asistiendo con su Espíritu Santo.
Rezamos por Ud. y le renovamos con afecto nuestra adhesión fraterna
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Victoria: Monsanto abandona el trigo transgénico
Comunicado de prensa - mayo 10, 2004 | Gracias a años de presión ejercida por los grupos medioambientales, los consumidores, nuestros ciberactivistas y Greenpeace, hoy podemos anunciar una victoria para el medioambiente tras el anuncio de Monsanto de que suspenderían el desarrollo y los ensayos de campo de trigo transgénico tolerante al herbicida Roundup (el denominado trigo "Roundup Ready").
Monsanto abandona el trigo transgénico
"Ésta es una victoria para el medio ambiente, los agricultores y los consumidores", manifestó Pat Venditti, coordinador de nuestra campaña de ingeniería genética en Canadá. "Un fuerte rechazo del trigo transgénico procedente de prácticamente cada esquina del globo terráqueo ha mostrado una vez más la oposición a los alimentos derivados de la ingeniería genética."
Monsanto ha anunciado hoy que pospondrá todo esfuerzo por introducir el trigo Roundup Ready y que abandonará la producción y los ensayos de campo del cultivo. Este anuncio es posterior a otro similar que tuvo lugar en 2003 cuando la empresa anunció su retirada del desarrollo de cultivos con fines farmacéuticos.
"Esperemos que el trigo transgénico se una de forma permanente al lino, tomates y patatas modificados genéticamente en el cubo de la basura de las malas ideas. Más que tener que volver a reiniciar la batalla dentro de cuatro años, esperamos que Monsanto haya oído de forma alta y clara que el trigo transgénico no es una idea factible", añadió Venditti. "El gobierno canadiense debería tomar nota de ello y volver a plantearse su devoción a esta innecesaria tecnología".
Según el Consejo Canadiense del Trigo, el 87% de los compradores de trigo canadienses solicitan ahora un certificado de que el trigo no es transgénico. En un estudio realizado por el Departamento de Agricultura de los EEUU para saber si los países están dispuestos a aceptar el trigo transgénico, sólo cuatro - Perú, Sri Lanka, Pakistán y Yemen - dijeron que lo comprarían.
Nuestro representante de la campaña de ingeniería genética, Dan Hindsgaul, añadió: "El año pasado Monsanto abandonó los cultivos transgénicos con fines farmacéuticos y ahora ha decidido cancelar las grandes inversiones en el desarrollo del trigo Roundup Ready. Hace mucho tiempo que los consumidores y agricultores han perdido la confianza en esta empresa que también genera pesticidas, PCBs, Agent Orange (denominado "Agente Naranja") y hormonas de crecimiento para el ganado derivadas de la ingeniería genética. Es sólo cuestión de tiempo que Monsanto también pierda el respaldo que ha estado disfrutando en ciertos departamentos gubernamentales y entre analistas financieros".
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NO al trigo transgénico en Argentina ¡No se metan con nuestro pan!
Por Colectivo Agro – Culturas - 13 marzo 2019
Ningún país del mundo ha aprobado el cultivo de ningún trigo transgénico. En Argentina, la empresa Bioceres y algunos funcionarios quieren dar ese temible paso, que incluye el uso del peligroso agrotóxico glufosinato de amonio, sin debatir profundamente con la sociedad. Como organizaciones del pueblo nos expresamos con un rotundo NO y explicamos los peligros que esto implica.
Algunos hitos de este camino han sido:
En 2012 el equipo de la científica Raquel Chan presentaba una tecnología de transgénesis: la HB4i.
En 2013 Bioceres, integrada por empresarios del agronegocio argentino, planteaba sembrar el nuevo trigo en 2015 y afirmaban poder lograr la desregulación para América Latinaii.
En octubre de 2015 lograron las aprobaciones de Comisión Nacional de Biotecnología (Conabia) y del Servicio de Sanidad y Calidad Agropecuaria (Senasaiii). Pero no cuenta con el aval del área de Mercados de la Secretaría de Agroindustria
En 2016 denunciamos la presencia ilegal de trigo transgénico en un cargamento argentino que llegó a Corea del Suriv.
El 16 de noviembre de 2018 Bioceres publicó que “Trigall Genetics SA presentó -en jornadas a campo- el nuevo trigo HB4 tolerante a sequía y al herbicida Prominens”v que tiene como principio activo al agrotóxico glufosinato de amonio.
El conflicto actual es por la aprobación comercial. Un sector del gobierno nacional insiste en no aprobar el trigo transgénico, mientras otros (con el secretario de Ciencia, Lino Barañao, a la cabeza) buscan la aprobación. En los inicios de 2019 están en pleno lobby: ocupan espacios en medios masivos y hasta lograron reunirse con el presidente Macrivi.
FIRMA LA DECLARACIÓN PARA DECIR NO AL TRIGO TRANSGÉNICO
1- Porque multiplicaría el consumo de agrotóxicos.
Los transgénicos de tolerancia a herbicidas (y este trigo lo es) multiplican el consumo de herbicidas. Que los transgénicos no redujeron el consumo de agrotóxicos (como habían prometido) hoy es obvio. Está claro desde hace 20 años. Cualquiera que quiera entender el problema de las malezas resistentes no tiene más que mirar los datos de consumo de herbicidas de la Argentina desde 1996 a la fecha: cuesta encontrar datos oficiales actualizados porque los esconden, pero sabemos que entre 1991 y 2011 el consumo de herbicidas creció 1.279%vii.
Los productores sumados al paquete de siembra directa están desesperados por las malezas resistentes a herbicidas. Algunos sectores empresarios, funcionarios y del sistema de ciencia y técnica sostienen la mentira de la disminución en el consumo de agrotóxicos por la difusión de variedades transgénicas. Lo hacen aunque saben que para eso tienen que mentir y esconder información, porque todavía hacen negocios millonarios.
Y lo que es más obvio: esos agrotóxicos quedarían como residuos contaminando los granos de trigo y sumarían venenos al pan que comemos cada día.
2- Porque contaminaría todos los trigos.
El trigo se autofecunda en un gran porcentaje pero también se cruza con cultivos de cercanía, como sucede también con la soja. Los datos científicos hablan de cruzamientos de entre 1 y el 14%.
Los empresarios y sus aliados nos explican que no tenemos por qué oponernos, que “el que no quiera que no adopte la tecnología”. Con fundamentos sólidos podemos afirmar que una vez liberadas las variedades transgénicas en pocos años se van a diseminar por polinización cruzada y por “bolsa blanca”. Si esto sucede vamos a estar expuestos a la locura de que nos contaminen los trigos nacionales y nos puedan denunciar por querer “robarles la tecnología”.
3- Porque es parte de la intención de las transnacionales de imponer su ley de semillas
Hoy tenemos un problema grave: ya tiene aprobación de comisiones un proyecto de ley de semillas que busca limitar el uso propio (utilizar semillas de la cosecha anterior). Como sucedió hace unas semanas con la soja Enlist de la multinacional Corteva, las empresas van a usar sus semillas transgénicas para presionar al estado argentino para que apruebe la ley Monsanto/Bayer de semillas.
Si frenamos este trigo ganamos una parte de la disputa. Si frenamos la ley Monsanto/Bayer de semillas no nos van a imponer el trigo, simplemente porque no lo van a querer difundir por no poder cobrar regalías.
4- Porque los objetivos que ellos dicen tener de “mejores productividades” se puede lograr por mejores medios.
La producción de trigo puede ser parte de rotaciones de suelos y de manejos mixtos con producción ganadera. El trigo como gramínea incorpora materia orgánica y puede competir muy bien con malezas. También puede ser muy importante para tener cultivos todo el año, lo cual es muy importante en regiones hoy inundadas.
Para las empresas el objetivo es el lucro: hablan de derechos porque suena bien, pero violan sistemáticamente los mismos derechos que dicen defender.
La misma FAO acaba de afirmar que “hemos llegado al límite del paradigma de la revolución verde” y que alcanzar una agricultura sostenible requiere un enfoque integradoviii. Los transgénicos son hoy la mejor encarnación del paradigma de la “revolución verde” y avanzar hacia enfoques integrados es el principal desafío que hoy tenemos como humanidad.
5- Porque son parte de la destrucción del sistema de ciencia y técnica que dicen defender.
Argentina está en un momento histórico en que se profundiza el ataque al sistema científico tecnológico. El gobierno nacional avanzó en recorte presupuestario del sector científico, que incluye la privatización de las universidades públicas.
Más allá de defender lo que hoy tenemos, necesitamos que la ciencia argentina en lo agrario escuche las voces de transformación y apoye los procesos de agroecología y soberanía alimentaria que hoy son un hecho. Además necesitamos ciencia independiente que denuncie el accionar de las empresas de los agronegocios: en lo sanitario, en lo ambiental y en lo económico.
Rechazamos la complicidad del sectores científicos que, bajo el paraguas del Conicet, son socios de las empresas biotecnológicas. Esos académicos tienen responsabilidad en las consecuencias que sus “desarrollos” producen en los territorios (más desmontes y afecciones en salud, entre otros).
6- Porque no queremos consumir alimentos transgénicos.
En Argentina no hay etiquetado de transgénicos. Las empresas del agronegocio y las procesadoras tienen muy claro que el pueblo argentino no los quiere, no los elige, y por eso no permiten que se etiqueten los alimentos con transgénicos. Defendemos la libre elección, informada y desde las subjetividades que cada sujeto elija, independientemente de los intereses de los compradores globales y las empresas transnacionales.
La “equivalencia sustancial” (argumento empresario que dice que un transgénico es igual a un alimentos convencional) es un mito creado por los científicos pagados por las corporaciones. Por lo tanto, nada nos garantiza que el pan que comamos sea el mismo que el de un pan hecho con trigo convencional.
7- Porque no confiamos en la tranquilidad que prometen Conabia y Senasa.
La Conabia (Comisión Nacional de Biotecnología) recomienda aprobar transgénicos y el Senasa (Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) autoriza el uso de agrotóxicos: son ejemplos de conflictos de interés.
Ambos organismos están controlados por representantes de las empresas que producen y venden transgénicos y agrotóxicos.
8- Porque los transgénicos promueven los monocultivos y éstos degradan los ecosistemas y la soberanía alimentaria.
Supongamos que el trigo transgénico no fuera resistente al glufosinato y se evite el uso de este agrotóxico. La tan publicitada y prometida “resistencia a sequía” se vende como una ventaja para los productores. ¿Es una ventaja que el trigo transgénico reemplace bosques nativos y cultivos de pasturas para ganado? ¿Quiénes tendrían que decidir ese cambio de uso de suelo?
Los transgénicos agrícolas sirven hoy sólo para generar lucro para unos pocos. No son necesarios para garantizar ningún derecho del pueblo.
Para avanzar en las transformaciones necesarias el gobierno nacional tiene hoy en sus manos la Ley de Agricultura Familiar N.º 27.118 y la Declaración de los Derechos Campesinos de la ONU.
9- Porque el trigo transgénico ya fue rechazado en el mundo.
A partir del rechazo de diversos sectores vinculados a la comercialización del trigo en América del Norte (como por ejemplo el Consejo Canadiense del Trigo) Monsanto retiro en el año 2004 su trigo resistente al glifosato reconociendo que “como resultado de la revisión de nuestra cartera [de productos] y el diálogo con líderes del sector triguero, admitidos que las oportunidades empresariales del trigo primavera Roundup Ready son menos atractivas en relación con otras prioridades comerciales”ix.
Es urgente debatir en profundidad qué modelo agropecuario necesitamos como país y expresar nuestro rechazo al trigo transgénico.
NO al trigo transgénico en Argentina.
¡No se metan con nuestro pan!
Colectivo Agro – Culturas
FIRMA LA DECLARACIÓN PARA DECIR NO AL TRIGO TRANSGÉNICO
Contacto: Fernando Frank, moc.liamtoh@knarfmf
Primeras adhesiones
RENACE, Red Nacional de Acción Ecologista
Museo del Hambre
Ecología Política del Sur (Citca-Conicet)
Coordinadora provincial por una vida sin agrotóxicos en Entre Ríos: Basta es Basta!
Multisectorial paren de Fumigarnos de Santa Fe
Seminario sobre el Derecho a la Alimentación Adecuada de la Facultad de Derecho de la UBA
Huerquen comunicaciones
Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT)
Asociación Amigos del Lago de Palermo
Acción por la Biodiversidad
Ambiente Mar