Perú: Huamantanga, la comunidad que aprendió a cosechar el agua de lluvia
En la provincia limeña de Canta, una red de canales se abre paso a casi cuatro mil metros de altura con el fin de llevar agua de lluvia hacia las zonas bajas. Se trata de un sistema de acueductos que rescata el conocimiento de los primeros habitantes del lugar y que podría aliviar el problema de la escasez de agua en buena parte de Lima.
Servindi, 6 de mayo, 2015.- La comunidad campesina de Huamantanga se ubica a más de 3300 metros de altura sobre el nivel de mar, en la sierra de Lima. Junto a otras tres comunidades, donde las
casas son principalmente de adobe, conforma el distrito del mismo nombre, en la provincia de Canta.
De los más de tres mil habitantes con que cuenta el distrito, cerca de 500 residen en Huamantanga. El 70 por ciento de ellos se dedica a la ganadería y los demás a la agricultura.
Entre la producción que generan estas dos actividades se puede contar la carne de res y de carnero, las papas, habas, maíz, ollucos y oca; todos ellos, principalmente, para consumo local.
El producto que más se comercializa es el queso, cuyo destino habitual son los distritos ubicados al norte de Lima provincia.
Llegar a Canta desde Lima toma cerca de cuatro horas. Hay que seguir la carretera que conduce a Yangas, poblado ubicado en la cuenca del río Chillón, una de las tres que provee de agua a la capital del país. El camino se encuentra parcialmente asfaltado y por momentos el viaje es accidentado.
La primera vista de Huamantanga es una atractiva comunidad emplazada en la mitad de una montaña de abundante vegetación. Detrás de ella, es decir, en el faldeo varios metros más arriba, se llega a distinguir una singular geografía de pequeñas cuencas formadas por la caída de la lluvia que toca la superficie a más de 3900 metros de altura.
Fue hasta esta parte que llegaron, hace un par de años, especialistas de las organizaciones no gubernamentales Condesan y Aquafondo. Su objetivo era buscar la forma de abastecer de agua a la población de la zona en época de estiaje.
Lo que encontraron fue todo un sistema utilizado por los primeros habitantes del lugar hace varios siglos, pero que hasta ese momento no se le había prestado atención.
Un proyecto que revaloriza tecnología preincaica
La cuenca del río Chillón es, después de la del Rímac, la segunda que provee más agua a Lima. Su importancia es vital para las comunidades que se ubican en las proximidades de su cauce.
Huamantanga es una de ellas y en época de estiaje es una de las primeras en sufrir la ausencia del agua.
Es en ese marco que entra a tallar el denominado “sistema de mamanteo” que se presenta como la solución a la falta de agua que afronta la población en los meses de verano, situación que podría agravarse por el cambio climático.
El mamanteo consiste en el aprovechamiento del agua de lluvia con ayuda de canales andinos o amunas. Según explican sus promotores, los canales capturan el agua de una quebrada para desviarla hacia zonas de alta infiltración a lo largo de todo su recorrido por la ladera de la montaña.
Lo que sigue es el resurgimiento del agua metros más abajo en forma de manantiales o balsas, con lo que se concreta el llamado proceso de mamanteo. De este modo se logra conservar agua para las épocas de ausencia de lluvias.
Para que esto se dé, se ha realizado una prueba con un primer canal de 1.3 kilómetros que ha sido restaurado y lleva por nombre Pachipucro. Los resultados han sido positivos.
Pero el proceso no es tan simple, son varios los puntos en los que el agua filtra, resurge, vuelve a filtrar y una vez más resurge. El fin es lograr lo que se denomina la “siembra y cosecha de agua” o, dicho de otro modo, la conservación y dosificación del vital elemento.
“Las culturas preíncas de esta zona ya habían ingeniado este sistema y lo utilizaban para su beneficio, algo sumamente inteligente”, sostiene Oscar Angulo, investigador del área de cuencas andinas de Condesan.
Sin embargo, el proyecto que impulsan Condesan y Aquafondo apunta a dar un paso más y lograr que parte del agua capturada sirva para abastecer a otros poblados de la capital, algo que visualizan no muy lejano en el tiempo.
Por el momento, el proyecto tiene como meta al corto plazo restaurar otros diez canales preíncas, así como algunas de las treinta balsas que hay en la zona. Todo esto con la participación de la comunidad campesina y el financiamiento de Aquafondo y Condesan.
Además, el proyecto incluye otras actividades como la restauración de humedales, la reforestación con especies nativas, la recuperación de terrazas, la construcción de microreservorios de agua y la promoción de prácticas agropecuarias sustentables para el desarrollo de Huamantanga.
Por lo pronto, un leve obstáculo que enfrenta y que poco a poco se está resolviendo es convencer a los comuneros de que no pueden dejar al ganado sobre áreas próximas al canal. Esto debido a que el sobrepastoreo compacta y daña la cobertura vegetal que sirve como “esponja” para retener el agua.
“Al estar dañada la capa del terreno, el agua que cae no se infiltra y más bien discurre y se pierde”, sostiene Angulo.
Reciprocidad y cultura de gestión
Uno de los aspectos que intentan resolver los ingenieros e investigadores del proyecto es que los campesinos acepten que se tome parte del agua conservada para llevarla a Lima, y que los limeños entiendan la necesidad de medirse en el uso que hacen de este recurso.
“La idea es que con este proyecto no solo se pueda beneficiar a los pobladores de la comunidad, sino también llevar agua a Lima, y a partir de eso poder desarrollar más proyectos de inversión”, dice Yván López Gonzales, consultor y coordinador de proyectos de Aquafondo.
“Los limeños siempre van a tener agua, pues siempre habrá un lugar como este de donde traerla; pero deben entender que aquí también la necesitan mucho y que es preciso medir el uso”, señala por su parte Jonathan Acuña, de la misma organización.
Actualmente las dos ONG vienen realizando diferentes estudios hidrológicos, a cargo de Condesan, como de análisis de costo beneficio, bajo la responsabilidad de Aquafondo, además de campañas de concientización sobre la importancia de gestionar el agua.
Cabe precisar que el presente proyecto se encuentra por ahora en etapa de estudios, por lo que aún no se viene ejecutando.
Datos
- Los canales y balsas preíncas existen también en otras zonas altas de las cuencas de Lima.
- El objetivo global del proyecto es invertir en infraestructura verde para conservar las fuentes donde nace el agua y llevar una parte de ella a las ciudades de Lima.
- Los canales preíncas son largos caminos de figura sinuosa provista de grandes piedras a ambos lados para que el agua avance hacia la dirección prevista. Dañados por el tiempo y el olvido, el cemento les sirve como revestimiento para que el agua no se desvíe.
- Algunos investigadores sostienen que estas construcciones, los canales y las balsas, pertenecen a la cultura Wari, mientras que otros a la cultura Lima.
Fuente: Servindi