Perú: BID amenaza biodiversidad
Amigos de La Tierra de Perú ha denunciado la financiación por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de un proyecto de gas de próxima construcción en la zona del Río Camisea que amenaza 'la diversidad biológica y cultural de la selva' de la región
De esta financiación se beneficiarán las compañías argentinas Techint y Pluspetrol y la estadounidense Hunt Oil, que son las encargadas de extraer el gas, además de Sonatrach (Algeria), SK Corporation (Korea), Tractebel (Bélgica) y Grana y Montero (Perú), que estarán al cargo del transporte y la distribución.
El Proyecto Camisea se enmarca en un área conocida como Lote 88, situada en ambas laderas del río Camisea, una de las zonas más ricas en biodiversidad en el mundo. Con un coste de 1.600 millones de dólares (1.300 millones de euros), se construirán dos gasoductos que pasarán por la cordillera de Los Andes, donde se explotará y procesará el gas antes de llegar a la costa para su distribución.
Para Amigos de La Tierra, esta iniciativa supone que los indígenas de Camisea 'paguen' el coste de las exportaciones a Estados Unidos del gas, ya que el 75% de los yacimientos de extracción de gas están localizados dentro de la reserva de estos pueblos, entre los que se encuentran los machiguengas, los Nahua, los Yora o los Kugapakori, además de lo Kirineri, los Shivankoreni, los Segakiato y los Cashiari.
Todas estas comunidades tienen asentamientos cercanos a los pozos, con una población de alrededor de mil habitantes y su modo de subsitencia se ve amenazado por la expansión de los proyectos de extracción de gas.
Además, la planta de extracción de gas natural del Proyecto Camisea se encuentra en una región de abundante biodiversidad, donde según el Smithsonian Institution, se han identificado 747 especies de árboles, 150 especies de mamíferos, 75 de anfibios, 83 de reptiles, 156 especies de peces, 420 de aves y cientos de especies de invertebrados.
La campaña para impedir este proyecto lanzada por varias ONG consiguió que la agencia oficial de Estados Unidos para la financiación de exportaciones, el Export-Import Bank, negara los préstamos al tener en cuenta los riesgos sociales y ambientales del proyecto. Sin embargo, otro banco, en este caso el BID, ha decidido otorgar un préstamo de 135 millones de dólares.
'Poco le importó el hecho de que las empresas no cumplían con estándares internacionales como evitar el contacto con pueblos indígenas en aislamiento voluntario', apunta la ONG. 'Tampoco le pareció importante que la planta de fraccionamiento se ubicara en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas, que es la única área marina costera protegida del país', señala Amigos de la Tierra.
Entre los impactos sociales que afectarán a las comunidades indígenas, la ONG destaca la disminución de los recursos pesqueros por la contaminación del agua 'con aceites, grasas, detergentes y residuos gestionados inadecuadamente', que repercutirá en su salud, 'además de la destrucción de viviendas, caminos, puentes y canales de regadíos'.
En lo que se refiere a impactos ambientales, el proyecto 'contaminará los ríos, erosionará el suelo y provocará alteraciones de la fauna y la flora en el área de influencia del proyecto'. Y a escala global, las reservas del yacimiento de Camisea liberarán un estimado de 687,2 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
Fuente: Terra Actualidad