Paraguay: la CONAMURI reclamó justicia para Silvino Talavera

Idioma Español
País Paraguay

Marcha de mujeres trabajadoras, campesinas e indígenas presentó reclamo ante la Corte Suprema de Justicia por la muerte de Silvino Talavera, niño que falleció el 7 de enero de 2003 por envenamiento con agrotóxicos

LA CONAMURI RECLAMÓ JUSTICIA PARA SILVINO TALAVERA

(Asunción, 16 de Noviembre de 2006). Esta mañana, más de 300 mujeres de la Coordinadora Nacional de Mujeres Trabajadoras, Rurales e Indígenas del Paraguay (CONAMURI) marcharon desde la Plaza Italia hasta el Palacio de Justicia, donde presentaron un reclamo ante la Corte Suprema de Justicia, por la muerte de Silvino Talavera, niño que falleció el 7 de enero de 2003 por envenamiento con agrotóxicos.

Silvino Talavera tenía 11 años cuando fue rociado por agrotóxicos que se usan en los monocultivos de soja alrededor de su casa. Por esta muerte, dos productores de soja, Herman Schlender y Alfred Laustenlager, han sido condenados en dos ocasiones por homicidio culposo y producción de riesgos comunes. El primer juicio fue anulado, y el segundo juicio fue apelado nuevamente, se ratificó la condena, pero por el retardo de la actuación de los jueces el caso corre riesgo de extinguirse en el mes de diciembre de 2006. Esta situación constituye una hecho de complicidad del Estado con crímenes contra la vida misma.

Las mujeres de la CONAMURI que marcharon esta mañana hasta el Palacio de Justicia, estuvieron reunidas en el 2º Encuentro Internacional de Mujeres Urbanas y Rurales y el Foro de la Semilla, desde el 14 de noviembre. Llegaron desde distintos puntos del Paraguay, y se sumaron mujeres de países vecinos y de otras organizaciones sociales. Al final de este encuentro elaboraron una declaración política dirigida al gobierno del Paraguay, que se adjunta a esta nota de prensa.

Reproducimos parte del comunicado referido a las denuncias presentadas hoy:

- El modelo de dependencia para alimentarnos es fomentado por el propio Estado, que apoya y promueve los intereses de latifundistas y las grandes multinacionales del agronegocio, perjudicando el sustento, la salud y la vida de nuestras comunidades, envenando el ambiente y destruyendo nuestras semillas nativas, que son la fuente básica de nuestra forma de vida y soberanía alimentaria.

- El uso de agrotóxicos y transgénicos envenena nuestro tekoha (hábitat), la tierra, el agua y el aire que respiramos, destruye las semillas nativas, nuestros territorios y la biodiversidad en general, y constituyen no sólo una amenaza constante para nuestra salud y soberanía alimentaria sino también un atropello a nuestra identidad, cultura y formas de vivir.

- La muerte por envenenamiento de agrotóxicos del niño Silvino Talavera, es un ejemplo claro de la situación que afecta a miles de niños y niñas, mujeres y hombres en el Paraguay, especialmente en las comunidades arrinconadas por monocultivos extensivos. A pesar de los enormes esfuerzos para llevar el caso a los tribunales, en un país donde el acceso a la justicia es una mercancía, el homicidio de Silvino corre riesgo de quedar en la impunidad por la lentitud de las autoridades, lo que constituye una forma de complicidad del Estado.

Más información:

Fotos de la marcha pueden encontrarse a partir de las 15 h de Paraguay en el blog: www.silvinotalavera.phy.ca

Julia Franco, Secretaria de Relaciones de CONAMURI, tel.: 021-490.203 y 0981-322.100

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