Paraguay: La policía allanó asentamiento de 200 familias campesinas y quemó sus casas
De acuerdo a las primeras informaciones, no hubo personas heridas porque la comunidad salió del lugar momentáneamente. Se trata del asentamiento Joajú Primero de Marzo, ubicado en el departamento de Canindeyú, distrito de Yvyrarovaná.
Hacia las 11 horas de la mañana del 25 de diciembre entre 150 y 200 policías del Grupo Especial de Operaciones(GEO) y la montada entraron en el asentamiento de familias agricultoras sintierra, vinculadas a la Organización de Lucha por la Tierra(OLT).
Las mismas ocupan unas tierras de 2 mil hectáreas desde el 1 de marzo de 2012 y desde entonces sufrieron cuatro allanamientos/desalojos, contando con el actual.
De acuerdo a los primeros cálculos, no hubo heridos en el allanamiento, pues las familias decidieron salir del lugar al enterarse que venían los policías. Sí hubo animales como gallinas y cerdos muertos por la policía, de acuerdo a fuentes de la comunidad.
También la policía quemó varios de los ranchos que existen en el lugar, no así los cultivos de alimentación, aseguraron estas fuentes.
En el lugar existen 200 casas de familias, 800 hectáreas de chacras con cultivos alimenticios y semilleros de todo tipo, 80 pozos de agua, un almacén comunitario, 15 mil metros de camino construidos por las familias agricultoras y animales de granja como gallinas, cerdos, vacas y bueyes.
El de hoy es el cuarto atropello policial, como parte de un conflicto de tierras entre las familias campesinas sin tierra y una familia alemana, aparentemente beneficiada en un negocio con el régimen de Alfredo Stroessner, de acuerdo a los antecedentes.
La finca en disputa es la 5.603, de acuerdo a las informaciones proveídas por referentes campesinos, suman un total de 4.499 hectáras, que se atribuye la familia de origen alemán Bendlin, que sería la propietria de la empresa Perfecta Automotores, importadora de automóviles y armas en Paraguay.
Esta familia explota la cría de ganado en el lugar a través de su agronaganadera Pindó, que varias veces habría amedrentado a la población campesina con pistoleros privados y a través de desalojos.
“Las familias campesinas poseen informaciones y documentos que demostrarían que las tierras ocupadas por la ganadera fueron usurpadas al Estado por el régimen del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989), quien en persona habría cambiado las tierras por una avioneta con el padre de los Bendlin”, refiere un artículo nuestro de junio de este año (ver aquí).
“Por ello, éstas familias agricultoras reclaman que estas tierras sean recuperadas por el Instituto de la Tierra (Indert) y destinadas a los fines de la reforma agraria, en beneficio de las alrededor de 300 mil familias campesinas sin tierra que existen en el país”, dice el texto.
Ante esta realidad, las familias afectadas exigen -a través de un comunicado- el inmediato cese de la violencia hacia ellas, y responsabilizan al gobierno de Cartes de lo que está ocurriendo y de cualquier desenlace fatal que pueda ocurrir. También reclaman que el Indert expropie las tierras y el traspaso de las mismas a favor de las familia campesinas.
Fuente: Observatorio de Tierra, Agronegocios y Derechos Humanos.