Panamá: alto al atropello de las mineras
Desde hace un tiempo considerable hemos venido haciendo frente a diferentes atropellos contra nuestras comunidades. Esta tierra que hemos ganado con tanto sudor y sufrimiento se nos quiere arrebatar para darle privilegio a proyectos que solo ofrecen migajas hoy, hambre y desolación para mañana.
Se quiere abrir las entrañas de nuestra tierra para sacar el oro, la plata y el cobre, para dejarnos solo tierras estériles, contaminación y más pobreza.
La herida de Petaquilla ya está abierta, chupando el oro de nuestro suelo y sin resolver los profundos problemas de nuestras comunidades. Ahora se intenta profundizar esa herida a través de la explotación del cobre. Aparece al frente la Empresa Inmet Mining de Canadá, dueña de Minera Panamá, S. A. y socia mayoritaria del Grupo Petaquilla. Además del saqueo del oro, quieren extraer más de 8 millones de toneladas de cobre, a cambio de migajas que no beneficiarán a nuestra región ni a corto ni largo plazo.
Considerando la importancia y la gravedad de esta situación con las empresas mineras, nuestra Coordinadora Campesina por la Vida sustenta su rechazo a todos los proyectos mineros que se ejecutan en el país, y en particular en Donoso, a partir de las siguientes consideraciones:
1. Ningún proyecto minero es sustentable a largo plazo. La minería es una actividad extractiva a corto plazo con efectos negativos a largo plazo en los recursos naturales y en todos los aspectos de la actividad humana.
2. Existen elementos suficientes para desconfiar de las empresas mineras y su manejo del medio ambiente.
- El grupo Petaquilla inició de manera ilegal de la construcción de la mina de Molejón el 1 de enero de 2005 sin haber presentado y aprobado el Estudio de Impacto Ambiental.
- De igual forma el Proyecto de Oro Molejón inició sus operaciones el 7 de abril de 2009, sin haber cumplido con todos y cada uno de los 40 nuevos requisitos exigidos en su momento por la ANAM.
- Los proyectos mineros que se desarrollan en Donoso destruyen el Corredor Biológico Mesoamericano.
- La empresa canadiense Inmet Mining (que es la dueña real de los proyectos) tiene antecedentes de mal manejo ambiental en otros países. En España, en la mina de cobre Las Cruces, se le han levantado dos “expedientes sancionadores” en 2008 y 2010, por el delito ambiental de contaminación. Recibió el pasado marzo un revés judicial en Turquía contra un proyecto en ese país. Un informe del Banco Mundial solicitó en 2000 el cierre inmediato de la mina Ok Tedi en Papúa Nueva Guinea, participada en un 18% por Inmet Mining. Esta mina vierte 80.000 toneladas de residuos al río, según los ecologistas.
® Entre 17 y 19 de agosto del año en curso ocurrió un derrame de las tinas de relavede Petaquilla, denunciado por las comunidades cercanas al proyecto y que la minera se apuró a desmentir. ¿Quién garantiza que no se vuelvan a dar otros derrames?
3. Igual que antes se niega la información bajo comportamiento malicioso. El proyecto de cobre, a cargo de Minera Panamá, ha realizado un estudio de impacto ambiental que nos ha costado 17 millones de dólares y que cuenta con más de 14 mil páginas, a las cuales no pudimos tener acceso, tanto porque no había copia electrónica disponible en la “Dirección Nacional” de la ANAM en Panamá, como por el hecho de no tener a mano 1,400 dólares para sacarle copia. Nuevamente se prepara otro “show” donde la minera hará gala de virtuosas exposiciones acerca de las bondades del proyecto de cobre, con una audiencia complaciente, traída a propósito para este espectáculo. Asistimos a un evento en donde, como en casos anteriores, lo que se busca es legalizar el atraco a los recursos de los panameños, luego del cual se desatará una serie de actos represivos contra las comunidades rurales, en los que participan las mismas entidades del estado cuya fundamental responsabilidad debiera ser el salvaguardar los interese de la población. Pese a todo tenemos elementos de juicio que cuestionan dicho estudio de impacto ambiental.
4. El Contrato-Ley 9 de 1997 sigue siendo la justificación jurídica que permite todos los abusos de los mineros, al concederle innumerables beneficios por encima de cualquier ley que se haya hecho o se haga en el futuro. Casi como decir que ni Dios mismo puede cambiar ese contrato.
5. La actitud del Gobierno Nacional sigue siendo la de favorecer el desarrollo de los proyectos mineros, aun conociendo los múltiples malestares y manifestaciones de nuestras comunidades campesinas y de organizaciones ecologistas y sociales, nacionales y extranjeras. Existe además una deficiente legislación y estructura del Estado panameño para garantizar la fiscalización en el cumplimiento de las normas y estudios de impacto, así como el control de los supuestos beneficios de esta actividad. Cómo puede hacerlo con tan solo tres inspectores de minas y un equipo de laboratorio con dos químicos y cinco asistentes a nivel nacional, mal pagados todos.
6. Desde nuestros intereses y del conjunto de la nación panameña los proyectos mineros son un gran robo, una gran estafa. Quienes proclaman los múltiples beneficios de las minas ocultan el hecho de que cualquier pago de la mina, pasa porque ellos primero saquen la inversión que están haciendo. Ocultan que esas inversiones que están haciendo incluyen la supuesta ayuda que hacen a las comunidades. Es decir, al final la estamos pagando nosotros mismos. Ocultan que solo entregarán un 2% de regalías, lo que equivale a decir que solo darán 2 dólares de cada 100 que se ganen. Pero además de todo eso, después que se lleven todo el oro, la palta y el cobre, que será dentro de pocos años, nos dejarán miles de hectáreas contaminadas, deforestadas, con ríos desviados, con miles de especies animales y vegetales afectadas, y lo que es peor con comunidades destruidas, más o igual de pobres, profundamente afectadas en su salud, en su agricultura y sus costumbres.
Frente al atropello de las mineras decimos con toda la fuerza que nos da la razón, que pese a todas sus maniobras y afán de enriquecimiento nosotros pensamos que vale millones de veces más la vida de cualquier niño, mujer, anciano o joven campesino que vive en nuestras tierras.
¿Es que acaso los campesinos no somos seres humanos con dignidad y derechos igual a cualquier otro panameño y ser humano en la tierra?
Frente a tanta injusticia, la Coordinadora Campesina por la Vida invita a las comunidades campesinas de nuestra región a seguir manteniendo una actitud firme y fuerte contra los proyectos mineros que nos amenazan. Invitación que hacemos extensa a las organizaciones sociales y gremiales de nuestro Panamá, en particular las colonenses, y a todas las organizaciones internaciones preocupadas por la problemática.
Con total convencimiento manifestamos que la mejor forma de lograr un desarrollo digno, humano y verdadero en nuestra región es fortaleciendo la agricultura campesina y eliminando todos los proyectos que no ofrecen ningún sustento para el futuro.
Con la patria y por la tierra
Coordinadora Campesina por la Vida (CCPV)
5 de noviembre de 2010