Nicaragua: miles de víctimas Nemagón emprenden camino de lucha "sin retorno"
Miles de campesinos nicaragüenses afectados por un pesticida utilizado por compañías bananeras estadounidenses han emprendido un camino de lucha "sin retorno" en demanda de justicia y atención médica
Ante la indiferencia del gobierno y de los partidos políticos, 6.000 campesinos nicaragüenses permanecen a la intemperie desde hace dos meses en un parque situado frente a la Asamblea Nacional, en Managua.
Los campesinos llegaron el pasado 2 de marzo a pie a Managua, tras recorrer unos 140 kilómetros durante 12 días desde Chinandega, y, según aseguró a ACAN-EFE uno de su dirigentes, Victorino Espinales, no van a levantar el campamento hasta que el Gobierno atienda sus demandas.
Con unos plásticos negros como único techo y unas hamacas por cama o unos cartones sobre el suelo, los campesinos, entre los que hay unos 70 niños y 300 mujeres, están dispuestos a "morir peleando", según Espinales.
Tras 12 años de lucha y cuatro caminatas a Managua, Espinales aseguró que esta es la última y definitiva, a la que han denominado "marcha sin retorno".
Los afectados por el pesticida Nemagón, Di-bromo cloruro propano (DBCP), que pese a que fue prohibido en el mundo en los años 60 siguió siendo usado en Nicaragua hasta hace pocos años por las multinacionales bananeras, exigen al gobierno apoyo en su lucha legal.
La Asamblea Nacional aprobó en 2001 una ley especial para que los campesinos puedan demandar en Nicaragua y en EEUU a las empresas que fabricaron y que utilizaron el pesticida, entre las que figuran la Dole Fruit Company, Shell Chemical, Chiquita Brand Internacional, Standard Fruit Co., y Del Monte.
Pero la batalla legal se ha estancado y los campesinos además temen que el Gobierno derogue, por presiones de las trasnacionales, la ley que les permite entablar las demandas, según Espinales.
Los pesticidas fueron utilizados en las bananeras de Chinandega, una región eminentemente agrícola del noroeste de Nicaragua, durante la década de los 70 y de los 80 y afectaron a unos 26.000 campesinos de los que 17.500 se han organizado "para pelear", aseguró Espinales.
Pese a que muchos de los campesinos trabajaron en las bananeras durante 10 o 20 años, las empresas sólo cotizaron por ellos unas siete semanas al seguro social por lo que no tienen ninguna prestación económica, explicó el dirigente de los campesinos.
Por ello, exigen al gobierno una pensión vitalicia de 200 dólares mensuales para cada uno de ellos y atención médica.
A causa del pesticida, los campesinos aseguran que contrajeron diversas enfermedades como cáncer de piel, esterilidad, deficiencias en el desarrollo óseo, y problemas en la vista, entre otras.
Desde hace 8 años hasta la fecha 938 campesinos han fallecido por enfermedades causadas por el Nemagón, y ahora "hay 80 compañeros esperando solamente la muerte", afirmó Espinales.
A causa de las enfermedades que padecen los campesinos, que tienen un promedio de edad de entre 47 y 55 años de edad, a duras penas logran encontrar trabajo.
Cuando las empresas se enteran que han trabajado en la bananera se niegan a darles trabajo argumentando que están contaminados, relató Espinales.
"Nos dicen que somos chatarras humanas y que no servimos para nada y eso es muy triste", se lamentó el dirigente campesino.
Desde que llegaron a Managua, el único apoyo que han recibido es el de iglesias católicas y evangélicas "que nos mandan comida" y de organizaciones de la sociedad civil, aseguró.
De los partidos políticos que, según Espinales, "están hundiendo a Nicaragua" no han tenido ninguna ayuda.
Con la tristeza del drama que viven dibujada en sus rostros, estos campesinos son uno de los símbolos de la resistencia y de la dignidad del pueblo nicaragüense.
Fuente: Noticias Terra