Nicaragua: bananeros: primera victoria en la Asamblea Nacional
Les ha costado 212 días de "terca" permanencia en Managua y una última huelga de hambre y de sed (él pasado 11 agosto) para convencer a los diputados de la Asamblea Nacional de Nicaragua a darles las primeras respuestas positivas a sus demandas. Son los bananeros afectados por el mortal agrotóxico Nemagón
El 20 de febrero, cuando comenzaron a marchar para recorrer los 140 kilómetros que separan la ciudad de Chinandega de la capital Managua, soñaban con una breve estadía. Algunas semanas, tal vez un mes como en las marchas anteriores, pero mientras el Gobierno "cedió" casi enseguida bajo la presión de millares de personas acampadas cerca de los edificios de las Instituciones nicaragüenses, comenzando de esa manera una larga serie de reuniones que han llevado a resultados importantes, la Asamblea Nacional siempre evitó de tomar en consideración las demandas de los ex trabajadores y trabajadoras de las bananeras nicaragüenses.
Han sido necesarios enormes sacrificios, mucha paciencia, una lucha constante y la presencia de la sociedad civil nicaragüense y de la solidaridad internacional, para obligar a los diputados a dar los primeros pasos. Cuando salieron de Chinandega, el Nemagón ya había arrasado con 838 vidas. Hoy, después de siete meses, el número ha subido vertiginosamente a 986, 148 personas fallecidas mientras sus compañeros y compañeras llevaban adelante una lucha en defensa de sus derechos.
Cuando salieron de Chinandega, el Nemagón ya había arrasado con 838 vidas. Hoy, después de siete meses, el número ha subido vertiginosamente a 986, 148 personas fallecidas mientras sus compañeros y compañeras llevaban adelante una lucha en defensa de sus derechos.
Durante la huelga de hambre y de sed del pasado 11 agosto, los bananeros firmaron un Acuerdo con la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, la cual se empeñó a dar una respuesta positiva a las cinco demandas de los sectores en lucha (junto a los bananeros siguen también luchando los ex trabajadores de la caña de azúcar, que están muriendo a causa de la Insuficiencia Renal Crónica provocada por los agrotóxicos), en cuanto los diputados regresaran de las vacaciones.
Al final, la presión y la constante presencia en Managua de los bananeros venció a las reticencias de los diputados y durante la jornada del 28 de septiembre, la Asamblea Nacional votó a favor de una Resolución (018-2005) que protege de manera definitiva la Ley 364, "Ley Especial para la Tramitación de Juicios Promovidos para las Personas Afectadas por el Uso de Pesticidas Fabricados a base de DBCP." Después de cinco horas, 63 de los 67 diputados presentes votaron a favor de la Resolución y 4 se abstuvieron (ver el texto completo de la Resolución).
Paralelamente se anunció la conformación de la Comisión Especial que dará seguimiento al cumplimiento de los Acuerdos y que se encargará de facilitar los trámites para que el "Proyecto de Ley de Pensión Vitalicia para los afectados del Nemagón" llegue a la Comisión Económica de la Asamblea Nacional para su estudio. Esta Comisión Especial estará conformada por cuatro diputados en representación de las cuatro bancadas presentes en la Asamblea Nacional.
En la sesión parlamentaria se ha tocado también el otro punto del Acuerdo.
La Ley 456 "Ley de Adición de Riesgos y Enfermedades Profesionales", la que establece que la Insuficiencia Renal Crónica (IRC) es una enfermedad profesional, ha sido enviada a la Comisión Laboral para su reforma y será aprobada a lo largo de la próxima semana.
El último punto del Acuerdo del 11 de agosto era sobre la Reforma al Presupuesto General de la República para poder incluir una partida para la atención sanitaria a los afectados del Nemagón en lo que falta del año 2005 y sobre todo, para incluir en el Presupuesto del 2006 los 103 millones de córdobas acordados con el Gobierno. Los diputados han garantizado la aprobación del Presupuesto y los fondos para los bananeros.
Durante la lectura de la Resolución hubo la intervención de algunos diputados. El miembro de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, Edwin Castro y el diputado Roberto González (ambos del FSLN), han lanzado un violento ataque a las transnacionales culpables, según ellos, de los daños provocados a las personas y al medio ambiente en Nicaragua. Han hecho énfasis en la importancia de dar respuestas concretas a las personas afectadas y han subrayado como esta resolución significa el respeto y el cumplimiento a los acuerdos firmados el 11 de agosto.
El diputado de la bancada Azul y Blanco, Orlando Tardencilla, ha recordado la historia y la lucha de los bananeros y ha invitado a todos los diputados a dar su apoyo incondicional a sus demandas. José Figueroa (también del FSLN), quien ha sido el enlace entre los bananeros y la Junta Directiva durante la huelga del 11 de agosto, ha recordado que la Junta Directiva asumió un compromiso con los bananeros y que está en la obligación de cumplirlo. Ha enumerado los resultados ya conseguidos con respecto a las demandas contenidas en el acuerdo y ha oficializado la conformación de la Comisión Especial.
Al final se trata de un buen resultado y la paciencia, la convicción, la certeza de tener la razón y de poder alcanzar, tarde o temprano, los resultados esperados, ha permitido a los bananeros de sumar otra importante victoria.
¿Pero, a que precio?
A pesar de que al final la Asamblea Nacional haya decidido escuchar la voz de ese pueblo, que tiene muchas necesidades menos la de enfrentarse constantemente con la intransigencia de los políticos nacionales, será difícil borrar de la mente de los bananeros las humillaciones de jornadas enteras pasadas frente del Parlamento esperando ser atendidos, las innumerables reuniones a las cuales fueron convocados y que nunca se realizaron, el haber llegado a sacrificar su propia salud y su propias vidas para tener respuestas y aún peor, el recuerdo de cuantas personas tal vez se hubieran podido salvar de la muerte si sus demandas hubieran sido atendidas, discutidas y aceptadas a lo largo de unas pocas semanas y no en siete meses.
En Managua, Giorgio Trucchi
3 de octubre de 2005
SIREL # 1043