Negociaciones CAN-UE: la biodiversidad en el centro de la pulseada
En circunstancias en que la Comisión Europea (CE) a comienzos de julio congelaba las negociaciones de un acuerdo de asociación con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la estructura de este bloque integrado por Perú, Colombia, Bolivia y Ecuador comenzó a crujir con fuerza y mostró sus primeras señales de eventual fractura explícita ante las ansias asociacionistas de Bogotá y Lima y las presiones de Bruselas.
Es que los dos primeros países, con una posición todavía vacilante de parte de Quito, se mostraron dispuestos a seguir adelante en la negociación con Bruselas aún a costa de perder como miembro del bloque a Bolivia, uno de sus países fundadores.
De hecho la posición boliviana en materia de protección de la propiedad intelectual por un lado, y de la biodiversidad por otro, ha logrado sofrenar el ímpetu asociacionista de Lima y Bogotá tanto con Estados Unidos como con "los 27".
El nuevo jefe de Colombia para la negociación del acuerdo de asociación con la Unión Europea, el abogado Ricardo Duarte, señala sin pruritos que la posición boliviana sobre el patentamiento de información genética, tema aún no zanjado internamente en la Comunidad, es la piedra en el zapato de los negociadores. "Colombia y Perú quieren regular la biodiversidad para luchar contra la biopiratería. Para ello necesitamos disciplinas que protejan los recursos genéticos, biológicos y los conocimientos tradicionales. Bolivia dice que este tema no está regulado a nivel andino y que pretender hacerlo en el marco de un acuerdo significa cambiar el estado de la normativa andina. Eso no compartimos", ha dicho Duarte.
En realidad, fiel a lo expuesto entre otros documentos en "Europa Global", los principales objetivos de los negociadores europeos estuvieron centrados en los rubros de biodiversidad, propiedad intelectual y recursos naturales. Por ello, una condición inicial de los negociadores de la CE fue que los países andinos presentaran textos en materia de propiedad intelectual y "desarrollo sostenible", rótulo bajo el cual Colombia y Perú exigen se incluya el tema del patentamiento de recursos de biodiversidad. Los negociadores bolivianos, en cambio plantearon que, al igual que en otros temas, se presentaran por escrito aquellos aspectos de propiedad intelectual y desarrollo sostenible sobre los que existe acuerdo y sobre los recursos de biodiversidad se continúe discutiendo internamente. El posicionamiento peruano-colombiano fue entonces establecer como condición sine qua non la inclusión del rubro biodiversidad. En tanto Ecuador se mostró proclive a que Colombia y Perú lo hicieran aunque adelantó que no asumirá compromisos en esa materia.
Al comunicársele a Bruselas que no existió acuerdo al respecto, la CE decidió pues postergar la cuarta ronda de negociaciones, al tiempo que recordó la posibilidad de expulsar a Bolivia del pilar comercial de las negociaciones y relegarla al de la "cooperación" y "diálogo político". El episodio llegó al extremo de que el propio Comisario Europeo de Comercio, Peter Mandelson, se ofuscara durante la cumbre Unión Europea - América Latina celebrada en Lima y manejara públicamente ante los representantes bolivianos la posibilidad de esa expulsión.
La posición y la respuesta boliviana fue participar en los tres pilares o directamente no habría negociación de bloque a bloque. Bolivia argumenta que siempre dijo que no firmaría un Tratado de Libre Comercio o Acuerdo de Asociación con Europa y que debería tener un tratamiento en el pilar comercial que respete su enfoque económico.
Europa considera que este reclamo es inaceptable dado que significaría un precedente para sus futuras negociaciones, por lo cual un escenario a corto plazo posible es el desglosamiento de la negociación del pilar comercial pero en el marco del mandato de negociación de bloque a bloque. Esto es imposible si Bolivia no se excluye.
Ecos en Bruselas
Las repercusiones de este fuerte choque de posturas llegó hasta el propio Parlamento Europeo (PE). El alemán Helmut Markov, eurodiputado y secretario de la Comisión de Comercio Internacional del PE al conocer las declaraciones del comisario Mandelson en Lima, en el sentido de que los países andinos tienen que firmar un TLC con la Unión europea o dejar la mesa de negociación, apuntó que la actitud de la UE con la CAN "no puede ser la de aceptar lo que imponemos o de desintegrarse". "El comisario Mandelson no tiene mandato ni para romper la Comunidad Andina de Naciones, ni para
imponer ningún TLC", agregó.
Para Markov "es evidente que los países andinos atraviesan procesos complejos y novedosos, y son confrontados a dificultades reales para regular la acción a menudo devastadora de las empresas transnacionales o de los inversionistas".
"Hoy, en América latina y en el mundo, hay urgencia de fomentar la paz, de garantizar el acceso a los alimentos y al agua, de reducir las desigualdades, de proteger el medio ambiente, de frenar el cambio climático. Si la Comisión Europea ve como prioridad absoluta en las negociaciones del acuerdo de asociación con América latina el hecho de insertar TLCs, se está equivocando, y mucho", sostuvo el parlamentario alemán en Bruselas.
Para Markov los caminos de futuro en la negociación pueden ser de diversa índole: "se puede progresar en los capítulos de diálogo político y de cooperación. Y en relación con el capítulo comercial, se puede o dejarlo de lado, o proponer un mejoramiento y una complementación del sistema. Le corresponde a la Unión Europea mostrarse creativa, interesada por los problemas reales, y actuar respetando y apoyando los procesos de integración regional", señaló.
Por su parte, el negociador colombiano sostiene que la intención de su país es jugar las últimas cartas en septiembre, cuando aparentemente se concretará una nueva ronda de negociaciones: "Queremos hacer el máximo esfuerzo para ir en bloque. Eso se está agotando y tendremos que ver acciones", sentenció.
Fuente: Radio Mundo Real