Necesitaremos un año de 221 días y tres planetas para sobrevivir
El pasado 8 de agosto, la organización Global Footprint Network informó que acabamos de consumir todos los recursos de la Tierra para este año. Este día ha sido denominado por la referida organización “Día del Exceso de la Tierra”, constatando que ocurre cada vez más temprano.
Hace 40 años llegó el 19 de noviembre, 20 años mas tarde ocurrió el 4 de octubre, el 13 de agosto el pasado año y, como vimos, este año adelantamos cinco días la funesta fecha.
De manera que el año normal de 360 días se ha reducido a 221. Por su parte el mismísimo Banco Mundial (BM) afirmó que si se cumple el pronóstico de que en el año 2050 la población mundial llegará a 9.600 millones de personas, se necesitarán cerca de tres planetas Tierra para proporcionar los recursos naturales que permitan mantener el actual estilo de vida de la humanidad.
Claro que aunque nos arrastren a todos y a todas, los países corren con distinta velocidad en esta carrera hacia el abismo con una huella ecológica que supera los recursos naturales que pueden renovar.
Por ejemplo Japón, consume 5,5 veces más de lo que produce, Italia 3,8 veces, Suiza 3,5 veces, Egipto 3,2 veces, Reino Unido 3 veces y China 2,7 veces.
Agravando aun más la situación, el estudio “Indicadores de Desarrollo Mundial” del BM, muestra que los países más ricos del mundo son los que gastan más en subsidios al petróleo, carbón y gas natural (casi el 14% del PIB).
Estas constataciones llevaron a que el BM señalara que “la voracidad con la que estamos consumiendo los recursos hizo que Naciones Unidas (ONU) incluyera su uso racional en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030”.
La meta número 12 de los ODS procura “garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles” en todos los países del mundo. Por estos motivos, se hace un llamado urgente a reducir el desperdicio de alimentos, reformular los subsidios a los combustibles fósiles y a disminuir los residuos lanzados al medio ambiente, entre otros.
La orgía del consumo:
El apocalipsis a la vuelta de la esquina
Para la ONU los subsidios ineficientes fomentan el consumo derrochador y para racionalizarlos es necesario adoptar medidas para eliminar las distorsiones del mercado.
Algunas de ellas son reestructurar los sistemas tributarios nacionales; reducir a la mitad los residuos mundiales de alimentos per cápita en las ventas al por menor; lograr una gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales (según el BM, en 2013 sólo una quinta parte de la energía utilizada en el mundo provino de fuentes renovables).
También recomienda lograr una gestión ambientalmente racional de los productos químicos durante todo su ciclo de vida ya que la generación de residuos tóxicos per cápita casi se duplicó en todo el mundo entre finales de los años 1990 y la década del 2000, constatándose que en los países de ingresos medios la cantidad aumentó de 17 kilos per cápita entre 1996 y 2000 a 42 kilos en 2006 y 2011 y en países de ingresos altos que no hacen parte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), se vertieron unos 981 kilos de residuos peligrosos per cápita entre 2006 y 2011.
“Como vemos, lograr el objetivo del consumo sostenible va mucho más allá del simple acto diario de compras, y pasa por una serie de desafíos que involucran a toda la sociedad.
Es un objetivo que debe ser tomado cada vez más serio para no vernos ante el imposible reto de buscar dos planetas más para poder seguir viviendo en este”, señala el Banco Mundial.
Desde nuestro punto de vista, el estado actual de cosas no se modificará mientras el mundo siga gobernado por el capitalismo.
Si partimos de la base que el capitalismo moderno nació con la Revolución Industrial, constatamos que en poco más de 250 años logró comprometer seriamente la capacidad de vida en la Tierra.
Sustituir el sistema capitalista por otro más racional es una tarea que solamente podrá acometer el movimiento obrero, considerando como tal al movimiento sindical y los partidos de base obrera.
Para eso deberá comenzar por proponérselo.
Fuente: Rel - UITA