Navidad sangrienta: Sicarios matan a dirigente campesino en Paraguay
Era el 25 de diciembre por la mañana y Digno Darío González Maidana, de la Unión Campesina Nacional (UCN) de Paraguay iba en moto a buscar comida para su familia. Nunca volvió, 19 balazos de sicarios pagados por empresarios de la soja terminaron con su vida.
Digno, con 40 años, era dirigente del asentamiento 13 de mayo, muy codiciado por los empresarios sojeros ya que se encuentra rodeado por otros campos dedicados al agronegocio. Amenazado de muerte varias veces, esta vez los asesinos cumplieron su promesa.
Para sus compañeros no hay dudas que fue un fusilamiento muy bien premeditado ya que de los 19 tiros, 11 le dieron en la cabeza y el rostro, siete en el tórax y uno en el cuello.
La Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC) -a la que pertenece la UCN de la que formaba parte Gónzalez Madiana- emitió un comunicado donde afirmó que se trata de un asesinato perpetrado por “la mafia criolla de la clase dominante, sojeros, narcos, politiqueros, ganaderos”.
En el mismo sentido denunciaron que se trata de un plan para liquidar a “dirigentes campesinos que luchan y resisten por un modelo de producción campesina familiar y la Reforma Agraria Integral contra un modelo de descampesinacion del campo (Agronegocio)”.
La MCNOC responsabilizó al gobierno nacional por este “nuevo hecho de acribillamiento”, a la vez que exigió el “esclarecimiento y ejemplar castigo a los autores materiales, intelectuales y los financistas”.
Historia de una lucha que son muchas
En el Departamento de Itapúa, que limita con las provincias argentinas de Misiones y Corrientes, se encuentra el distrito Tomas Romero Pereira. Allí, desde hace más de una década, familias campesinas construyen el asentamiento 13 de mayo.
Ese territorio había sido entregado ilegalmente, durante el gobierno del dictador Alfredo Stroessner, a su médico Amado Cano Ortiz. Ante el fallecimiento de este, la tierra fue heredada por su esposa, Victoria Ricciardi. Sin embargo la Procuraduría General de la República declaró que eran tierras malhabidas y, sobre la base de esta declaración, unas 66 familias campesinas ocuparon las mil hectáreas, en el 2003.
Con el avance del agronegocio, principalmente ligado al cultivo de soja transgénica, esas tierras pasaron a ser muy codiciadas. Actualmente el asentamiento 13 de mayo se encuentra rodeado por completo de campos dedicados a este tipo de producción.
Ya en el 2008, los terratientes habían intentado un desalojo del territorio, con detención de 20 mujeres, 27 niños y la quema de 37 casas incluidas. Ese mismo año Digno fue llevado preso. Sin embargo eso no alcanzó para torcer la resistencia y hoy se sigue practicando allí la agricultura campesina.
El asesinato del dirigente de la UCN es, lamentablemente, uno más de muchos que se repiten de manera sistemática en todo el territorio paraguayo y otros países del continente. La práctica del sicariato para amedrentar campesinos está directamente relacionada con el modelo del agronegocio.
La Masacre de Curuguaty, que derivó en el golpe de Estado contra el presidente constitucional Fernando Lugo en 2012, es el caso emblemático de la historia reciente de Paraguay. Pero también en Argentina esto se ha podido observar, principalmente, en la Provincia de Santiago del Estero donde hace menos de un mes concluyó el juicio por el asesinato del joven Cristian Ferreyra, militante del Movimiento Campesino de Santiago del Estero – Vía Campesina (Mocase-VC) (Ver aquí)
Desde el golpe de Estado y a partir de la llegada al gobierno del presidente Horacio Cartes, se ha agudizado en Paraguay el asesinato de dirigentes sociales opositores. Así, a los asesinatos de campesinos se suman también los periodistas (tres muertos en lo que va del año con el caso emblemático de Pablo Medina).
Por este motivo los 19 balazos que recibió Digno no son una excepción o el accionar de un grupo aislado, si no parte de una lógica sangrienta de control social que no se toma descanso ni siquiera en Navidad.
Fuente: Notas