Municipalidad de Quito apela decisión judicial que otorgó derechos al río Machángara
- El 5 de julio de 2024, el Tribunal de Garantías Penales con Sede en la Parroquia de Iñaquito del Distrito de Quito declaró al principal río de esta ciudad como sujeto de derechos para protegerlo y ordenar su descontaminación, tras una solicitud de un grupo de ambientalistas ecuatorianos.
- La sentencia obliga al municipio de Quito a destinar recursos para un plan que resuelva la contaminación del río. Sin embargo, el municipio apeló la decisión judicial.
El Machángara es el principal río de Quito y hace poco fue declarado sujeto de derechos. El afluente atraviesa la capital del país de norte a sur, en un recorrido de 20 kilómetros, por lo que es un referente simbólico para sus casi tres millones de habitantes. Ahora su nombre se suma a otros seis ríos que han sido declarados como sujetos de derechos de la naturaleza en Ecuador.
En mayo de 2024, un colectivo ciudadano presentó una demanda de acción de protección —un recurso jurídico constitucional existente en Ecuador—, con el argumento de que con la contaminación del río se violaron derechos al cuerpo de agua, así como a las comunidades humanas que conviven con él. Además, solicitaron medidas a corto, mediano y largo plazo para abordar el problema de contaminación del río y a sus 54 quebradas y riachuelos.
Y es que el Machángara se ha utilizado como el vertedero de los desechos de Quito. De las aguas que recibe, el 99 % son residuales y solo 1 % es tratada. Además, el río solo lleva niveles de oxígeno del 2 %, debido a la contaminación, mientras que en algunos lugares de la Amazonía las aguas tienen niveles de hasta 80 %.
El 5 de julio de 2024, el Tribunal de Garantías Penales con Sede en la Parroquia de Iñaquito del Distrito de Quito atendió la demanda del colectivo ciudadano y declaró al río Machángara como sujeto de derechos para protegerlo, por lo que ordenó acciones para descontaminarlo.
Contaminación del Machángara. Foto: Cristina Reyes.
Pese a la euforia que generó la decisión del tribunal, el municipio de Quito y su alcalde no parecen tan entusiasmados, ya que la ciudad apeló la decisión, por lo que el proceso seguirá una nueva instancia.
Mientras el país espera por el texto final de la sentencia, Mongabay Latam habló con tres expertos que han trabajado para defender al río.
Darío Iza, presidente del pueblo Kitu Kara que presentó la demanda en nombre del río, dice que la acción se realizó porque el Machángara es “uno de los ríos más contaminados del país y es importante porque atraviesa Quito”.
Victoria histórica
Para los demandantes, la sentencia marca un hito debido a que es el río de todos los quiteños y a que tiene relación estrecha con comunidades indígenas como los Kitu Kara, un grupo kichwa. En lengua kichwa el nombre del río Machángara se deriva de la palabra Machay que quiere decir serpiente. “Para nosotros los indígenas, todos los ríos, bosques, tienen una individualidad, una energía diferente. A nivel espiritual y biológico”, explica Iza. Agrega que los ríos son parte de la madre tierra, de la Pachamama, y que si estos están enfermos también se afectará la salud de los seres humanos.
Los expertos consultado señalan, además, que si la condición del río mejora esto no solo se sentirá en Quito, sino también en el norte del país, en Esmeraldas, y hasta en las Islas Galápagos, ya que la contaminación es tan alta que las aguas del río desembocan en estas zonas con toda esta suciedad.
Cristina Reyes (izq) y Blanca Ríos (der) son algunas de las personas que han trabajado por defender al río Machángara. Foto: Cristina Reyes.
La contaminación del Machángara lleva décadas. “Por la industria, por los hogares. No hay plantas de tratamiento que traten sus aguas. Está plagado de colonias de coliformes, de bacterias”, comenta Iza.
Blanca Ríos, bióloga y docente de la Universidad de Las Américas (UDLA), asegura que Quito solo trata el 2 % de sus aguas residuales, las cuales terminan en el río Machángara. “Es una cloaca al aire libre. Lleva desechos de fármacos, metales pesados, aceites, grasa, contaminación biológica, grasa, entre otros”. La urbanización no planificada también ha contribuido, explica.
La ingeniera ambiental y experta en política pública Cristina Reyes Cristina Reyes dice que el río es tan sucio como el agua que pasa por una alcantarilla. “Tienen la misma calidad. Imagina que hay barrios que están al lado de este río”.
Ríos y Reyes coinciden en que la contaminación del río llega hasta su desembocadura en el océano Pacífico y que, pese a su poca salubridad, lastimosamente algunas comunidades aún la usan, entre otras cosas, para riegos. “Esta contaminación llega hasta la provincia de Esmeraldas y hasta las Islas Galápagos”, dice Reyes.
La presión social ha sido clave para que la justicia decidiera proteger al río Machángara en Quito. Foto: Cristina Reyes.
Reyes explica que la mayor utilidad de la sentencia es que permitirá crear un “plan de recuperación específico para el río Machángara” con acciones hasta por diez años, lo que permitirá que se le destinen recursos públicos y obligará al municipio a buscar financiamiento del gobierno central. “Tener una sentencia de obligatorio cumplimiento a favor de los derechos de la naturaleza era indispensable para los ciudadanos, sin importar el gobierno de turno. El río tiene vida, no le importa quién sea el alcalde”.
La ingeniera ambiental, asimismo, critica que el municipio de Quito haya apelado la sentencia y argumenta que esa acción demuestra la desconexión y el desconocimiento del gobierno con el medio ambiente y sus naturalezas. “El alcalde rechaza el método usado (la demanda ciudadana), pero este es un recurso válido en una democracia”. Agrega que no es utópico esperar que la sentencia aporte soluciones, ya que las propuestas realizadas por los demandantes están basadas en los informes y datos oficiales del municipio, con expectativas realistas.
Reyes también dice que no es posible que en la actualidad solo haya 11 procesos sancionatorios anuales del municipio por temas ambientales. “No le dan prioridad. No hay equipos, no hay personal, no hay capacidad para investigar la contaminación del río de las destilerías, las fábricas, las curtiembres, entre otros. Esos 11 procesos ni siquiera son todos sobre el río”.
Ante ello, la especialista espera que se fortalezcan las capacidades de las plantas de tratamiento y que estas aumenten en la ciudad.
Así se ve la suciedad del Machángara. Para los demandantes, es urgente limpiarlo. Foto: Cristina Reyes.
Ríos, además, señala que la orden del tribunal busca corregir una situación en la que, por décadas, “los municipios no han tomado acciones eficientes para mantener la calidad ecológica, los servicios ecosistémicos y la integridad del río Machángara”. Mientras esperan los detalles del texto final de la sentencia con responsabilidades y plazos asignados a las entidades estatales, los expertos muestran esperanza.
Iza considera que el río puede ser salvado tras la sentencia. “Si hay voluntad política, claro que puede ser recuperado. Tomaría años, pero es posible”. Dice que algunos puntos claves de la decisión de los jueces en responsabilizar al municipio de Quito. Eso, asegura, permitirá asignar labores específicas a distintas entidades, con plazos establecidos para resolver la problemática.
Ríos también tiene una buena expectativa para que se tomen “las acciones para la reparación integral del río”.
Fuente: Mongabay