Mujeres mapuche en territorios recuperados
La justicia ratificó el desalojo de la lof Quemquemtrew luego de meses de hostigamientos y violencia policial que terminó con el asesinato de Elías Cayicol Garay, en noviembre pasado. Soraya Maicoño y Nadia Silvera Nuñez narran el calvario al que la política racista y colonial someten a su comunidad en los territorios que les pertenecen ancestralmente, la importancia del cuidado de esas tierras y esos ríos y las alianzas estratégicas que están tejiendo con sus activismos cuerpo a cuerpo.
El 18 de septiembre del 2021 la Lof Quemquemtreu comunicó que había recuperado territorio en Cuesta del Ternero. Ese territorio es reclamado por Rolando Rocco, quien tiene un permiso para forestar tierras fiscales de la provincia de Río Negro destinadas a la plantación de pino.
El 24 de septiembre, efectivos de la Policía irrumpieron en la Lof, disparando contra la comunidad y deteniendo a cuatro hombres, dos mujeres y un niño. La policía regresó al día siguiente a los tiros, en una cacería contra quienes quedaron resistiendo. A partir de entonces fue bloqueado el camino por la policía y el COER (Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate), impidiendo que otros/as activistas accedan al territorio, ni siquiera para acercarles alimento, abrigo, para sobrevivir. A pesar del retén (o gracias a él), el 21 de noviembre dos sicarios ingresaron y dispararon contra dos jóvenes mapuche, asesinando a Elías Cayicol Garay, e hiriendo gravemente a Gonzalo Cabrera. Los sicarios eran socios de Rocco.
El 30 de diciembre el juez Gregor Joos confirmó el fallo del juez Ricardo Calcagno, quien decidió el desalojo de la Lof Quemquemtreu.
¿Qué significa para el pueblo mapuche recuperar territorio?
Soraya: -No es una decisión fácil, pero se está volviendo cada vez más urgente y necesaria. Hay espacios que son claramente territorio mapuche, que tienen una historia, han sido zona de paso, han sido “veranadas” e “invernadas” (lugares donde se lleva a los animales a pastar en verano o en invierno). Hay una gran responsabilidad por parte del pueblo mapuche de atender a esos espacios que están en un estado crítico por la especulación empresarial. Si no los resguardamos, vamos a sufrir consecuencias gravísimas como la falta de agua, de tierras aptas y suficientes para la vida, no sólo del hombre, la mujer, los niños y niñas, sino también de los animales, las plantas, las lawen (plantas que curan), los alihuen (árboles), del bosque, de los minerales, del itrofilmomguen (lo que compone la naturaleza, arriba, abajo, alrededor, sobre). Necesitamos todos esos elementos para ser, para estar en equilibrio, en armonía, y proyectarnos como mapuche, como personas, en espacios que puedan tener agua abundante, limpia, pura, que pueda servir la tierra para ser sembrada, espacios amplios para hacer ceremonia. Eso implica el buen vivir, el kumefelen.
Es importante tomar esa valiente decisión de regresar a los territorios. No es sencillo si la persona vivió siempre en la ciudad, porque toca reaprender un montón de cuestiones que quizás no fueron enseñadas cuando éramos pichikeches (chicos, chicas). También hay que quitarse conceptos muy instalados, que plantean que si nunca viviste ahí estarías “usurpando”, cuando el hecho de que mucha gente mapuche viva en las periferias, en un estado de pobreza (en los barrios empobrecidos el 90 por ciento es población mapuche), tiene que ver con que en algún momento sus abuelos o bisabuelos fueron despojados del territorio.
¿Cuáles son las características del territorio recuperado por la Lof Quemquemtreu?
Soraya: Hay vecinos mapuche que cuentan que ese territorio ha servido de paso para llegar de una comunidad a otra, y hace más o menos 30 años el gobierno creó una empresa mixta, EMFORSA (Empresa Forestal Rionegrina SA), que empezó a otorgar espacios mal llamados fiscales, con la intención de desmontar el bosque nativo para dedicarlo al monocultivo de pino.
En estos años se vienen sufriendo situaciones de incendios gravísimos en Cuesta del Ternero. Lo que hace que se extienda el fuego es el pino, que está generando un daño gravísimo a la tierra y al agua. Por esas circunstancias la Lof Quemquemtreu decide recuperar esa zona territorial. Hace más de cuarenta años que no vive nadie, lo único que se hace es enriquecer a una persona a costa del territorio mapuche, que lo único que ha invertido son 12.000 pesos por 2.500 hectáreas. Es una zona territorial que comunica con otras comunidades. Tiene también fundamentos que atañen a lo espiritual, a la cosmovisión, a la necesidad de empezar a levantar trabajo mapuche. Es una zona reconocida como mapuche ancestralmente, incluso hay piedras pintadas en la entrada de la comunidad, pinturas rupestres, lo que habla de una antecedencia importante con respecto a lo que fue El Bolsón, Río Negro, Argentina. Se hace muy necesario un espacio territorial en donde hacer trabajo mapuche antiguo, ceremonias que restablezcan la armonía, la conexión con la naturaleza. Nosotros sabemos por nuestro feyentun (creencia espiritual), que eso da la posibilidad que se despierte nuestro kimün (conocimiento), y que volvamos a reconectar con la tierra. Necesitamos restablecer el equilibrio para que vuelva a salir de una manera natural la planta que cura, el lawen, el alihuen, el bosque nativo, que vuelva a tener un caudal importante el río. Todo eso pretende el Lof Quemquemtreu al recuperar su territorio, y es lo que exige.
Territorio con memoria
El 11 de enero de 1993 fue asesinada a balazos en su casa del Paraje Cuesta del Ternero, María Lucinda Quintupuray, de 79 años, hija de los primeros pobladores de la región. El crimen tenía como objetivo apropiarse de sus tierras. Meses después, su hijo Victorio apareció ahogado en el río Ternero. La movilización de comunidades mapuche, pobladores/as, maestras y maestros, radios comunitarias, logró que la escuela hoy lleve el nombre de Lucinda, pero por su crimen nunca hubo justicia.
Soraya: Allí ya han matado a una abuela. Luego su hijo también apareció muerto. No hace tanto desalojaron a una familia. Rocco pretende que la Lof Quemquemtreu se traslade al lugar donde fue desalojada una comunidad mapuche, que después él malvendió. La Lof Quemquemtreu exige que terminen esos negociados, esa mafia con la que se manejan impunemente.
Quemquemtreu es una palabra en mapuzungun. ¡Vaya si es antigua esa zona! El río tiene un recorrido por toda la comarca andina, que también se pone a resguardo. La Lof exige que se respete ese recorrido, el caudal, la tierra, que se deje de entregar la tierra a personajes mafiosos como Rolando Rocco, que se lo conoce y mucho en la Cuesta del Ternero como una persona que contrata gente para trabajar y la convierte en mano de obra esclava. Se maneja así, mandando sicarios al territorio y quedándose con la vida de nuestro lagmien, Elías Garay Iem, hiriendo de gravedad a nuestro lagmien Gonzalo Cabrera. Mucha gente no se atreve a denunciar quién es, a contar qué cosas ha padecido trabajando para él, pero cuando te ponés a conversar entre vecinos y vecinas, te das cuenta que es una persona nefasta, y eso está demostrándose a nivel provincial y nacional.
Las organizaciones de derechos humanos, feministas, que pudieron asistir a las audiencias por la recuperación del territorio ancestral, acto legítimo que los funcionarios del poder judicial nombran como “crimen de usurpación”, constataron la violencia racista de la “justicia”. Con la sangre de Elías todavía latiendo en el territorio, el juez Calcagno primero y el juez Gregor Joos el 30 de diciembre, ratificaron la decisión del desalojo.
Nadia: La resolución judicial de desalojo la viví con mucha bronca, mucha rabia, con ganas de gritarles en la cara muchas cosas, porque esa decisión fue basada pura y exclusivamente en los intereses de empresarios, gente que maneja un poder a nivel económico y político, que tiene el poder para que le avalen un asesinato. Se vivió con mucha indignación el escuchar que no reconocen la preexistencia de nuestro pueblo mapuche tehuelche. El juez terminó aceptando la palabra de un empresario mafioso. Es muy indignante, pero no por eso vamos a dejar de seguir luchando. No les vamos a permitir que se crean con el derecho de que pueden quedarse con el territorio. Así como lo hizo mi compañero, todos estamos comprometidos a resguardar el territorio con nuestras vidas.
¿Cuál es la respuesta que dan desde la Lof a la justicia racista?
Soraya: La respuesta es la resistencia en el territorio, quedarse y resistir a costa de lo que sea. Tenemos mucha dignidad, y esa dignidad la hacen valer nuestros pu lagmien. El día que mataron a Elías, que balearon a Gonzalo, nadie salió corriendo. Todo lo contrario. En vez de huir eligieron entrar y acompañar a los pu lagmien que estaban atravesando esas horas tan dramáticas y tan dolorosas.
¿Qué diálogos hay con los movimientos populares?
Soraya: Tanto en Chubut como en Río Negro, se está acrecentando el número de personas y de conciencias sobre la necesidad de cuidar la tierra, el territorio, el agua, el bosque, las raíces. Las raíces de los bosques nativos son las que sostienen la tierra firme. Una se da cuenta cuando llueve si estás parada en un bosque de pino o en un bosque nativo. Si es un bosque de pino la tierra se lava, el agua no lo absorbe la tierra, se forman lagunas que pudren el lugar donde se estancó el agua. En el bosque nativo las raíces chupan esa agua, la absorben, le dan alimento a la tierra, y la mantienen firme. En el bosque de pino ese deslave produce que la tierra se desmorone, que esté ácida. La acidez del pino envenena a la tierra.
Hay muchos movimientos populares ambientalistas, ecologistas, contra el saqueo, que tienen un objetivo que es denunciar los avances mineros, petroleros, hidroeléctricos. Esto se demostró en Chubut con esa hermosa revuelta, en la que lamentablemente tiene que caer la gente en situaciones de extrema violencia para demostrar su digna rabia, porque no es escuchada. Al Gobernador no le quedó otra que derogar la Ley de Zonificación Minera.
Identidad mapuche y cuidado de la tierra
"Hay un trabajo en común, donde las comunidades en los territorios hacen la resistencia y ponen el cuerpo, son quienes están viendo qué movimientos nuevos hay, qué camionetas entran, y los vecinos, las vecinas, visibilizan esa lucha. Se está haciendo un trabajo bastante integrado. Queda todavía mucho por hacer sobre el racismo, pero confiamos que empecemos a asumir que hay personas que tienen una forma de vida que se respeta, y que habemos morochos y morochas mapuche que tenemos otra forma de vida, que somos pre-existentes al Estado, tenemos una conexión distinta, real, antigua, ancestral con el territorio. Si nos permiten sostener esas prácticas, vamos a darle la fuerza que necesita a la tierra. A la tierra se le pide, se le pide, pero nunca se le da. Hay que saber devolverle. Es algo que el blanco no hace. Toma, toma, toma para sí, pero no hay una reciprocidad. En nuestras prácticas espirituales lo que hacemos es la reciprocidad, devolverle a la tierra aquello que nos brinda, no solamente lo que está ligado al alimento. Es importante que los movimientos populares puedan entender que si confiaran en nuestra forma de conexión, la tierra va a enriquecerse, para todos y todas los que convivimos en esta zona" dice Soraya.
¿Cómo van asumiendo la identidad mapuche?
Nadia: Elías y yo siempre tuvimos la curiosidad de quiénes serían nuestros ancestros. Justo nos encontró en un momento, en El Bolsón, cuando desaparecen a Santiago Maldonado. Después de un tiempo volvimos a retomar esa iniciativa de investigar sobre nuestra ancestralidad. Algunos comentarios él le había hecho a su madre y a su hermano. Ellos sabían que Elías estaba en esa búsqueda, porque su madre más de una vez le dijo una palabra en mapuzungun y él estallaba de felicidad. Triste a la vez porque la historia del pueblo nación Mapuche, como la de todos los pueblos originarios, no es linda. La destrucción hacia los pueblos originarios ha sido y sigue siendo muy aberrante. Un día escuchamos en la radio que hablaban de la Lof Quemquemtreu, y llamaban a acercarse a la Fiscalía. Fue en la primera represión. A partir de ese momento, nunca dejamos de acompañar. Nuestro compromiso con nuestra reconstrucción del ser mapuche se volvió real. Eso para nosotros era muy importante. Mi compañero, weichafe Elías Canicol Garay Iem, estaba orgulloso de ser mapuche, amaba ser mapuche, amaba esta mapu. Hizo todo lo que hizo por el resguardo de esta mapu. Más de una vez en nuestra intimidad tuvimos charlas de lo que podía llegar a suceder, y su frase era siempre “prefiero morirme luchando que de viejo”. Así terminó siendo.
- ¿Qué sería lograr justicia por Elías?
Nadia: Considero que se haría justicia por Elías, cuando los asesinos tengan una condena firme por el asesinato de mi compañero, el weichafe Elías Garay, cuando los responsables políticos, fiscales, jueces, estén dentro de ese proceso de condena. Se haría justicia cuando sean juzgados Rocco y los efectivos de las fuerzas represivas, que son responsables directos, cuando desmilitaricen el territorio y se anule el pedido de desalojo a la Lof Quemquemtreu. Mi compañero dio su vida para que reconozcan el derecho que tenemos sobre los territorios de nuestros ancestros, como es la lof Quemquemtrew, la lof Carrelaufquen, la lof Cayunao, todas las comunidades que están en conflicto.
- ¿Qué significa para vos ser mujer mapuche?
Soraya: Ser mujer mapuche hoy, para mí, implica acompañar a otra lagmien en este dolor. Todas estamos muy pendientes de nuestra lagmien Nadia, porque eran dos personas jóvenes que estaban en un camino que habían elegido caminar juntos, para aprender y fortalecer su identidad. En ese andar asesinaron a su compañero, así que en este momento para mí ser mujer mapuche es buscar la empatía y el apoyo amoroso, moral, espiritual, a nuestra lagmien y a las pu lagmien que están dentro del territorio, a las pichi zomo, y a las pu lagmien que vienen con roles espirituales muy importantes. El Estado no se anda con chiquitas, cree que mandando a matar nos van a aleccionar, y lejos de acobardarnos, nos fortalece, aunque llevamos con nosotras esa tristeza y vamos a llevarla por siempre. Es muy duro lo que pasó. Estamos convencidas que ahora hay un motivo más concreto para seguir acompañando este proceso de recuperación, porque ahí se derramó la sangre de nuestro lagmien Elías, de nuestro lagmien Gonzalo, que por suerte él sobrevivió, pero entonces ahora con más razón, a ese territorio hay que resguardarlo.
Fuente: Página 12