Monsanto reinició su campaña para promover el cultivo de maíz transgénico en México
En el contexto de la firma de un convenio con la Confederación Nacional Campesina, Monsanto anunció su pretensión de sembrar sus maíces transgénicos a escala experimental en agosto de este año y a escala comercial en el 2010. Estas declaraciones se hicieron ante el Subsecretario de Agricultura López Tostado, presente en el evento
Amigos,
Con la firma del convenio con productores de maíz para “proteger a los maíces nativos”, Monsanto está tratando de disfrazar su verdadero objetivo que es imponer su tecnología contaminante, patentada y monopolizadora.
Como anticipamos la semana pasada, se preveé un nuevo aumento al precio del maíz conforme se agotan los abastos del grano y se acerca el fin del “Pacto tortillero”. Monsanto intentará, una vez más, engañar a las autoridades, los productores y a la opinión pública para presentar al maíz transgénico como la solución mágica para “aumentar” la producción de nuestro grano fundamental. Es falso que los transgénicos producirán más maíz, bajo las condiciones productivas de México.
Esta no es la única presión y trabajo de Monsanto para impulsar su tecnología con apoyo oficial: la semana pasada se realizó un evento con alrededor de 3000 productores de varios estados en el municipio de El Seco en Puebla con la presencia de Cárdenas, Secretario de Agricultura, el gobernador Marín, un representante de Monsanto, el representante nacional de los maiceros Efraín García Bello y el representante estatal de los mismos. En ese evento el secretario de la Sagarpa comentó que los maíces transgénicos ni hacen daño a la salud ni afectan el ecosistema.
Lo que el Secretario omite decir es que nadie sabe qué es lo que los transgénicos pueden producir en el medio ambiente y en la salud de los consumidores porque apenas se ha comenzado a reunir evidencia de toxicidad, como en el caso del maíz MON863.
De lo que no tenemos dudas es de las terribles implicaciones políticas y sociales de que Monsanto contamine la diversidad de nuestros maíces con una tecnología patentada. No debemos entregar nuestro patrimonio alimentario a una transnacional monopólica con un largo historial de conducta antiética.
Quizás Monsanto intentará engañar a los inocentes, a los ignorantes y a los corruptos, pero no permitamos que nos den atole con el dedo, ni que nos hagan de transgénicos los tamales.
Mantengamos los esfuerzos cívicos, pacíficos y descentralizados para defender al maíz de una segura contaminación con transgenes patentados.
Saludos cordiales,
María, Gustavo y Areli
Equipo de Transgénicos de Greenpeace México
Boletín de maíz, transgénicos y consumidores
No. 0714 20 de abril, 2007.
Resumen semanal preparado por Greenpeace México.
gro.ecaepneerg.xm@noerrac.ilera