Misión de solidaridad con comunidades en resistencia en Centroamérica - Guatemala
"En el inicio de la gira de solidaridad de la Federación Amigos de la Tierra Internacional para con las comunidades afectadas por la minería, las represas y los megaproyectos en El Salvador y Guatemala, se realizó la vista a la mina Marlin operada por la canadiense Goldcorp."
Defender el territorio
Primer día de la gira de solidaridad de Amigos de la Tierra Internacional en Centroamérica
En el inicio de la gira de solidaridad de la Federación Amigos de la Tierra Internacional para con las comunidades afectadas por la minería, las represas y los megaproyectos en El Salvador y Guatemala, se realizó la vista a la mina Marlin operada por la canadiense Goldcorp.
Para conocer las primeras impresiones de la delegación internacional de Amigos de la Tierra, Radio Mundo Real conversó en Guatemala con Lucia Ortiz, coordinadora del Programa de Justicia Económica y Resistencia al Neoliberalismo (JERN) de la federación.
La mina Marlin está ubicada en la municipalidad de San Miguel Itxahuacán en una zona concesionada a la multinacional canadiense de una extensión de 20 kilómetros cuadrados y por un periodo de 25 años. “Se puede ver la extensión de la contaminación tanto del suelo como del agua y que se extiende afectando muchas zonas, haciéndonos prever lo que puede pasar con toda la región si se genera la extensión de esta minería de oro con degradación” señaló la geóloga.
La contaminación de las aguas es uno de los temas que más llamó la atención a la activista, pues “las rocas que han pasado por el procesamiento vuelven a las montañas, vuelven a estar expuestas a las lluvias y ahí por el proceso de lixiviación esas aguas van a contaminar los ríos, y más abajo donde está el lago es precisamente donde va toda la colección de esos residuos y de esos líquidos contaminantes que pasan a los ríos que están más abajo, ese río (Cuilco) que incluso lleva la contaminación al estado de México”.
Vale la pena recordar que en Guatemala consultas populares han entregado un rotundo NO a las concesiones y explotaciones mineras, convirtiéndose en un ejemplo mundial de las expresiones de resistencia frente a la territorialización del capital trasnacional. Por eso, señaló Ortiz, está allí la Federación para apoyar a las comunidades en resistencia al proceso minero.
“Es increíble que los procesos llamados de responsabilidad corporativa de estos tipos de empresa no tengan ni siquiera vergüenza de presentarse como empresas que son amigas del medio ambiente” señaló Lucia Ortiz ante las evidencias encontradas en las zonas aledañas a la mina, en relación con las afectaciones ambientales y la pérdida de la biodiversidad, pero también frente a las transformaciones y conflictos culturales, frente a la privatización del espacio público y el cercamiento de incluso lugares sagrados como el cementerio.
“Hacer un comedor para una escuela primaria o hacer un cercamiento de un cementerio, además de ser desproporcionado en términos de inversiones que se hacen no es justamente lo que la gente precisa que es tener un ambiente sano para vivir”, concluyó la integrante de AT Brasil.
Derechos envenenados
Crisanta Pérez: testimonio de la resistencia criminalizada contra Goldcorp en San Miguel Ixtahuacán (Guatemala)
En la primera jornada de la Misión de Solidaridad de Amigos de la Tierra Internacional y el Transnational Institute (TNI) de Holanda que intenta visibilizar para reivindicar los derechos de las comunidades afectadas y en resistencia contra la minería metálica a cielo abierto en Guatemala y El Salvador, la delegación recorrió la mina de oro a cielo abierto Marlin, de la corporación canadiense Goldcorp.
Se trata de una explotación que, a pesar de contar con apenas cinco años de existencia en actividad, ya muestra un dramático saldo de víctimas, privatización de fuentes de agua, envenenamiento del río del cual toma el agua para el proceso de obtención de oro (Cuilco), expulsión de campesino-indígenas y criminalización de aquellas y aquellos que han decidido defender su territorio.
La delegación, integrada por la Presidenta de Amigos de La Tierra Internacional Jagoda Munic, el Premio Goldman 2011, el salvadoreño Francisco Pineda, la integrante del TNI Lyda Forero, junto a militantes de Colombia, Honduras, Costa Rica, Brasil, Argentina, Guatemala, España y Filipinias llegó hasta la casa parroquial de San Miguel Ixtahuacán para entrevistarse con una quincena de habitantes que brindaron sus testimonios sobre la resistencia y sus consecuencias.
Entre ellos se encontraba la integrante del Frente de Defensa Miguelense, Crisanta Pérez, sobre quien pesan varias causas iniciadas por parte de la empresa Montana, subsidiaria de la canadiense Goldcorp.
Crisanta junto a otras siete mujeres de comunidades Mam nucleadas en torno al municipio de San Miguel Ixtahuacán, fueron procesadas por daños contra la empresa, una vez que la corporación realizara un tendido de alta tención hasta la planta industrial por entre sus parcelas, colocando un tendido de alta tensión y postes eléctricos por encima de sus casas.
La persecución motivó su exilio a México, el distanciamiento respecto a sus hijos y su comunidad y posteriormente su apresamiento en momentos en que regresaba a su comunidad para tener familia. “Después de todo ese proceso salimos libres pero no tan libres porque la juega nos dijo que debíamos estar dos años en disciplina, sin poder ejercer nuestros derechos”, dijo Crisanta.
También describió el reciente enfrentamiento con la empresa por la realización de perforaciones para la búsqueda de agua en las inmediaciones de pozos de agua comunitarios, que podría acarrearle nuevas acusaciones. “Esos nacimientos de agua nos da vida. Ahí vivieron nuestros abuelos, ahí llegaban a lavar ropas y esa es nuestra preocupación”, indicó.
Hombres y mujeres de las distintas comunidades mam brindaron claros testimonios de violaciones de derechos ambientales y humanos básicos, desde el referido a la alimentación adecuada, el acceso al agua potable y hasta a la educación de sus hijos. Señalaron asimismo que la minera cuenta con un ejército de funcionarios a sueldo insertos en las comunidades y operando a favor de la empresa, generando serias divisiones y conflictos en las mismas.
“Ellos nos quieren sacar de las comunidades y nosotros no podemos ir a vivir a otro lugar”, dijo Crisanta. La resistencia a Marlin ha contado con el soporte fundamental de la pastoral social de la parroquia de San Miguel, así como con el acompañamiento de varias organizaciones. Sin embargo, Crisanta fue crítica respecto a la discontinuidad de dichos acompañamientos, dado el agravamiento de la situación bajo el actual gobierno guatemalteco del militar represor Otto Pérez Molina.
Marlin-Montana cuenta con una relativamente pequeña área de explotación (20 kilómetros cuadrados), sin embargo sus efectos tanto lisa y llanamente ambientales como sociales, se hacen sentir desde decenas de kilómetros a la redonda y llegan incluso hasta México, donde desemboca el Río Cuilco, donde se vierten los metales pesados de la explotación.
En tanto, este jueves la delegación internacional visitará a los siete presos políticos provenientes del levantamiento en Santa Cruz Barillas contra la instalación de una hidroeléctrica por parte del consorcio español Hidralia y en horas de la tarde se brindarán, en rueda de prensa, las primeras impresiones del grupo.
Fuente: Radio Mundo Real