México: trasnacionales del maíz celebran estudio para intentar imponer transgénicos

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País México

El Grupo ETC expresó que las trasnacionales de la biotecnología industrial afirman que " el maíz nativo nunca estuvo amenazado y que si lo estuvo alguna vez, la contaminación se evaporó milagrosamente" y recordaron que estos hallazgos no son sorprendentes para los habitantes de la Sierra Juárez de Oaxaca

Según concluye una reciente investigación en la que participaron científicos estadunidenses y del Instituto Nacional de Ecología (INE) publicada sólo en inglés en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, las evidencias de contaminación genética en las montañas de Oaxaca es "cercana a zero".

Basándose en análisis realizados entre 2003 y 2004 en 18 comunidades de la Sierra Juárez, el estudio "Absence of detectable transgenes in local landraces of maize in Oaxaca" http://www.pnas.org/cgi/content/abstract/0503356102v1 asegura que aunque la presencia de trangenes "es rara o ausente" en el área, no se debe generalizar a otras regiones de México. El estudio (editado por una investigadora del Laboratorio Monsanto de la Universidad de Washington en St. Louis) no garantiza sin embargo que la contaminación transgénica haya desaparecido. Mucho menos si se continúa importando maíz transgénico proveniente de Estados Unidos que como se sabe, fue encontrado en las bodegas gubernamentales DICONSA en 2001. De acuerdo con el boletín de prensa 0594 9 de agosto de 2005 de Greenpeace Mexico, "El estudio del INE destaca la incertidumbre que existe ante la posible aparición de nuevos tipos de secuencias transgénicas en México, las cuales no están siendo monitoreadas, sobre todo cuando los cultivos de maíz transgénico se incrementan rápidamente en Estados Unidos. (...) Según la Unión de Científicos Críticos de EU, en ese país se halló hasta un 1% de contaminación transgénica en semillas de maíz convencionales ( ver reporte PDF) (...) Datos comerciales de EU indican que en 2004 México importó 150 mil toneladas métricas de semillas de maíz convencional para ser plantadas."

Investigaciones independientes realizadas en años pasados indican que los nueve estados en donde se encontró contaminación transgénica son Oaxaca, Puebla, Chihuahua, Morelos, Estado de México, San Luis Potosí, Durango, Tlaxcala y Veracruz.

Pero luego de que los medios corporativos difundieron el reciente estudio, Allison Snow investigadora de Ohio State University afirmó que dado que no se está cultivando maíz transgénico en Oaxaca los campesinos mexicanos se " sentirán aliviados al constatar que este tipo de maíz que no era muy bien recibido ahora ha desaparecido".

Por su parte y como era de esperarse, varios científicos mexicanos promotores de la biotecnología trasnacional como lo son Francisco Bolívar Zapata, José Luis Solleiro ( secretario técnico de AGROBIO organización creada por Monsanto, Bayer y Syngenta para promover transgénicos) y Luis Herrera Estrella expusieron en el periódico Crónica ( cuyo presidente es diputado federal por el partido Verde Ecologista de México) diversos argumentos para que el gobierno federal permita el cultivo de maíz transgénico.

Esto ante la entrada en vigor de la Ley de Bioseguridad impuesta recientemente por el congreso mexicano bajo la notable influencia de empresas trasnacionales como Monsanto, Dupont y Bayer que controlan casi el 90% del mercado de semillas a nivel mundial.

En uno de los apartados de la también llamada Ley Monsanto se contemplan pruebas experimentales en campo para medir el comportamiento del maíz transgénico para luego pasar a un uso comercial " para que impacten la producción de maíz nacional", según dice José Luis Solleiro del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional.

Simultáneamente las conclusiones de la supuesta " desaparición" de la contaminación transgénica del maíz en Oaxaca fueron celebradas por el director de la Cámara Nacional del Maíz Industrializado (Canami) José Enrique Tron quien dijo que los empresarios " siempre estuvimos confiados" de que esta presencia contaminante "se iba a diluir" por lo que dijo que con este estudio " se allana el camino para poder iniciar las siembras comerciales de maíz genéticamente mejorado" en el país.

En este contexto de evidente utilización de la investigación científica con fines neoliberales, el Grupo ETC expresó en un Boletín de Prensa -11.08.05- que las trasnacionales de la biotecnología industrial afirman que " el maíz nativo nunca estuvo amenazado y que si lo estuvo alguna vez, la contaminación se evaporó milagrosamente" y recordaron que estos hallazgos no son sorprendentes para los habitantes de la Sierra Juárez de Oaxaca.

" Nosotros analizamos muestras de 3 de las 18 comunidades que menciona el reporte (San Juan Evangelista Analco, Ixtlán y Santa María Jaltianguis) y nuestros resultados también fueron negativos en esas tres comunidades", dijo Baldemar Mendoza de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca (UNOSJO) quien señala también que todas esas comunidades son forestales y por lo mismo no cultivan el maíz como actividad principal.

Al detallar algunos de los errores metodológicos que contiene el estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, el grupo ETC destaca algunos razonamientos expresados por el investigador Peter Rosset del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (CECCAM):"''Es extraño que en este nuevo estudio ellos tomen de nuevo muestras de los mismos lugares donde se hicieron un estudio anterior, pero en un área geográfica más reducida, y es aun más extraño que en la publicación no se incluyan algunos datos de los resultados encontrados en su investigación anterior. Ellos tampoco mencionan que en otros estudios hecho en México (aunque no han pasado procesos de revisión científica, pero que de todos modos pueden ser citados) se ha encontrado amplia contaminación en México.

En lugar de intitular su estudio como 'Ausencia de transgénicos detectables', ellos debieron incluir sus resultados anteriores y llamar a su artículo algo así como 'Resultados anómalos sobre contaminación genética', enfocándose en la aparente paradoja que porqué un estudio con una metodología arroja un tipo de resultados mientras que otro estudio en el que se usa otra metodología no encuentra los mismos resultados''", mencionó el investigador.

En todo caso, al comprobarse la posible verdad de este estudio, Rosset considera que sería más bien " un triunfo de los campesinos e indígenas que han sido capaces de hacer su propio proceso de descontaminación del maíz, sin apoyo del Estado" aunque debido a las deficiencias metodológicas referidas " es muy difícil decir que no hay niveles detectables de contaminación genética en el maíz mexicano”.

Al respecto de las supuestas campañas de concientización gubernamentales, Mercedes Garcia Lara de la Organización de Agricultores Biológicos de Oaxaca expresa: " tristemente no me ha tocado mirar ningún cartelón, ninguna propaganda, ninguna revista donde vea yo que los transgénicos no se usen". En cambio la agricultora oaxaqueña asegura que sí hay propaganda sutil " en la que se está diciendo que los transgénicos no afectan. Que no hay ningún problema. Que al contrario hay que aceptarlos porque es algo que va a beneficiar a las comunidades".

En este sentido el también colaborador del proyecto Land Action Peter Rosset considera que " es muy probable que los resultados de este estudio sean usados por Monsanto y otros que mantienen la posición de que no hay nada de que temer en relación a los transgénicos, por ejemplo en la OMC o en el Protocolo de Bioseguridad".

Mientras tanto los cientificos Ignacio Chapela y David Quist, quienes por primera vez comprobaron contaminación transgénica en el maíz nativo de Oaxaca mediante investigaciones realizadas en la Sierra Juárez en el año 2000 publicadas en la revista Nature, preparan una refutación formal del recientemente publicado estudio.

Fuente: Wikimedia

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