México: importación y transgénicos: el terrorismo agrícola del maíz
"Los Gobiernos neoliberales mexicanos de los últimos sexenios no sólo se han limitado a aniquilar la producción nacional de maíz, sometiéndola al yugo de políticas neoliberales enmarcadas en el TLC, sino que además han quebrantado las advertencias de la ONU, que instó a no levantar la moratoria al cultivo de granos transgénicos con miras al consumo."
Las escandalosas cifras de maíz importado en México y el levantamiento de la moratoria de cultivos transgénicos (que han permitido a Monsanto realizar “pruebas” en el Norte de país, en el estado de Sinaloa, con miras al consumo humano), deberían poner en alerta máxima a consumidores, campesinos, productores, organismos y al nuevo Gobierno, para salvar el maíz nativo y la autosuficiencia alimentaria que está en peligro. Dado que el escenario a mediano y largo plazo de la sobrevivencia del maíz mexicano rebasa los límites de la perversidad, la subordinación y la manipulación de intereses económicos particulares.
Los Gobiernos neoliberales mexicanos de los últimos sexenios no sólo se han limitado a aniquilar la producción nacional de maíz, sometiéndola al yugo de políticas neoliberales enmarcadas en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) que ha inundado de maíz norteamericano, y ahora africano, el consumo nacional; sino que además han quebrantado las advertencias de la ONU, que instó a no levantar la moratoria al cultivo de granos transgénicos con miras al consumo. Recordemos que el Gobierno de Calderón, el año pasado, levantó la moratoria y liberó las pruebas previas a la comercialización de maíz transgénico en México.
Las cifras de maíz importado de mala calidad de los Estados Unidos para el consumo nacional han venido en aumento, en lo que va del ciclo (2011-2012) se han importado 6.1 millones de toneladas de maíz, según los expertos, si se llega a los 9.8 millones de toneladas en conjunto en 2012, entonces la dependencia alimentaria de México alcanzará su nivel más alto desde hace 18 años, cuando inició el TLC; es decir, México se ha convertido en el país que ocupa el primer lugar como importador de maíz en el mundo, según la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM). Las cifras oficiales indican que las importaciones de maíz aumentaron en 2 mil 500 por ciento desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte a la fecha. Tan sólo en enero de este año por concepto de importación de maíz se pagaron 323.94 millones de dólares, mientras que el apoyo a los campesinos y pequeños agricultores está en el abandono. Se habla de que se sacrificó la producción de cerca de 2.8 millones de toneladas que alcanzaron los agricultores sinaloenses.
La película de terrorismo agrícola que protagoniza México en el tema maíz no se limita a la importación, que condena a los consumidores a ingerir maíz importado y a los campesinos y agricultores a morir, sino que, como hemos señalado, amenaza con eliminar los granos nativos que se cultivan en México. Las variedades de maíz nativo o criollo están amenazadas con una invasión genética (genes artificialmente ensamblados en laboratorios de las compañías) de dudosa salubridad, bajo la mirada complaciente y cómplice del Gobierno mexicano que poco le preocupa la autosuficiencia y la salud, mientras satisfaga interés neoliberales del TLC o de las transnacionales de granos y agrotóxicos. La trascendencia cultural del pueblo hijo del maíz está amenazada de muerte.
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Fuente: Libertad de Palabra