México: agresiva depredación de biodiversidad y despojo de territorios indígenas en Chiapas

Idioma Español
País México

El pasado día 21, durante una gira realizada al estado de Chiapas, la Secretaria de Energía, Georgina Kessel, hizo dos anuncios oficiales que implican otras graves amenazas contra la rica biodiversidad del estado de Chiapas y contra los derechos y los territorios de los pueblos indígenas de la entidad. Dichos anuncios se refirieron, por un lado, a la inminente explotación de yacimientos de petróleo en la Selva Lacandona, y por otro, a la instalación en Chiapas de una planta de “bio”-combustibles con tecnología colombiana (con sus extensivas y depredadoras plantaciones monoespecíficas de palma africana, incluidas), todo lo cual –según Kessel y el gobernador Juan Sabines- significará “más progreso y desarrollo en beneficio de las familias chiapanecas”.

COMUNICADO PÚBLICO

A este panorama hay que sumarle, además, la acelerada expansión de concesiones mineras ubicadas en las regiones Sierra, Fronteriza y Centro de Chiapas, a favor de empresas multinacionales, sobre todo de origen canadiense; así como la reciente definición oficial del gobierno calderonista, anunciada el pasado 20 de noviembre en voz de los Secretarios de Hacienda y de Comunicaciones -impulsada y aplaudida por el cártel de empresas constructoras que encabeza Carlos Slim- de considerar a la inversión pública en infraestructura (autopistas, como la proyectada entre San Cristóbal y Palenque; represas como la Parota ó Boca el Cerro; extracción petrolera y aeropuertos) como “la base más importante de la estrategia oficial para enfrentar la crisis económica internacional”.

Con ello, los gobiernos federal y estatal, se exhiben embarcados en una esquizofrénica demagogia que, al mismo tiempo que anuncian políticas, programas y fondos “verdes” para combatir el cambio climático, se definen claramente a favor del retorno a un capitalismo salvaje, de carácter extractivo y de corto plazo, el cual se encuentra en abierta contradicción con los intereses del gran capital de los sectores biotecnológico; farmacéutico; embotellador de agua y aquél interesado en convertir bosques y cubierta forestal en “sumideros” para el mercado multinacional de carbono; todos los cuales, encubiertos por un disfraz de verde filantropía y apoyados por organismos para-gubernamentales, nacionales e internacionales, de carácter “conservacionista”, habían venido impulsando y aplaudiendo la política oficial de despeje y despojo de territorios indígenas biodiversos y su conversión en Áreas Naturales Protegidas, “en beneficio de la humanidad”.

Hoy, ante estos recientes anuncios oficiales a favor del capital extractivo y depredador de corto plazo, organismos y corporaciones multinacionales “conservacionistas” tendrán que decirse a si mismas: “nadie sabe para quien trabaja...”

(La pregunta de fondo es ¿Y los pueblos indígenas y comunidades campesinas, amenazadas en sus territorios, recursos naturales y derechos, permitirán el anunciado saqueo?)

Maderas del Pueblo del Sureste

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