México: a la agrupación agrícola Koleb Kab, el premio Ecuatorial del PNUD
La agrupación agrícola y agroforestal orgánica Kolel Kab-Muuchkambal, ubicada en el municipio de Hopelchén, Campeche– obtuvo el premio Ecuatorial que otorga el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a las comunidades que se esfuerzan en la conservación de su entorno natural y el uso sustentable de la biodiversidad.
Por Matilde Pérez U.
“Es un reconocimiento al trabajo y esfuerzo colectivo que llevan a cabo mujeres y hombres en la región de los chenes –conocida así porque varias comunidades tienen dicha terminación– para defender el patrimonio ancestral, entre ellas la producción de miel de abeja libre de transgénicos”, dijo por vía telefónica Leydy Araceli Pech Martín, nombrada para recibir la presea.
La agrupación mexicana fue una de las 35 que fueron elegidas entre las mil 234 postulaciones que presentaron 121 países del mundo y también está entre las 26 que el próximo 22 de septiembre recibirán el premio en la sede de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York durante la Cumbre sobre Cambio Climático.
La organización fue fundada en 2011 por mujeres mayas de la región de los chenes, quienes trabajan en la conservación de los bosques, la promoción de los derechos indígenas, la educación ambiental y en las estrategias de reducción del riesgo de desastres a nivel comunitario.
Kolel Kab-Muuchkambal forma parte de las organizaciones que ganaron dos juicios de amparo para detener la siembra de soya transgénica de Monsanto en 253 mil hectáreas en siete estados y que exigen a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) declare a la península de Yucatán zona libre de transgénicos.
Los apicultores de Campeche y Yucatán levantaron la voz y exigieron una consulta libre previa e informada luego de la siembra de 14 mil hectáreas de soya transgénica hace dos años en Campeche.
La siembra de la soya transgénica pone en riesgo más de 3 mil colmenas de las comunidades indígenas que se han dedicado a la producción de miel orgánica; el reconocimiento del PNUD “respaldará nuestro trabajo y nuestras acciones en defensa de nuestro territorio y derecho a la salud y en contra del uso de los plaguicidas.
Estamos en contra de la siembra industrial de la soya transgénica porque trae consigo la destrucción de los bosques, el desplazamiento de la gente de sus tierras y el desempleo regional, agregó Pech Martín.
Comentó que desde que ganaron los amparos no se ha detectado la siembra de soya transgénica, pero verificar ello le compete a la Sagarpa, la cual también debe apegarse a la orden judicial. Nosotros seguiremos luchando contra la siembra comercial de transgénicos aunque las autoridades nos cierren el acceso a programas y a los beneficios a los que como productores tenemos derecho, acotó.
Fuente: La Jornada