México: Procuraduría Agraria falsifica padrones para hacerse de tierras en Xochimilco
La comunidad de San Francisco Tlanepantla, en la delegación Xochimilco, enfrenta una embestida institucional encabezada por el delegado de la Procuraduría Agraria (PA) en Ciudad de México (CDMX), René Francisco Bolio Halloran, ante la negativa de los comuneros a ceder 300 hectáreas de bosque para construir un cuartel de la Secretaría de Marina (Semar).
Para ello el funcionario ha intentado suplantar a los comisariados de Bienes Comunales legítimos por incondicionales suyos, falsificar padrones y convocar asambleas espurias para obtener la donación a Semar.
La última asamblea espuria, fallida como todas, fue convocada lejos de la comunidad, dentro de la base de Semar en Cuemanco, el pasado 10 de diciembre; no llegaron ni 40 comuneros, de los 330 que componen Tlalnepantla. Raymundo Rojas, presidente de Bienes Comunales, destaca la mala fe de Bolio Halloran, incluso cuando se han reunido con él en sus oficinas. Y esta comunidad no es la única donde el funcionario ha dividido asambleas y comisariados de bienes comunales en la región rural de la capital de la República Mexicana.
Eso confirmaron hoy los representantes de diversas comunidades, durante una concurrida reunión –en Tlanepantla– de la Asamblea Autónoma de los Pueblos de la Cuenca de México (Aapcm), creada en diciembre por 15 comunidades originarias del sur de la Ciudad de México, y a la cual se están acercando otras. Similares maniobras han afectado a San Miguel y Santo Tomás Ajusco, San Nicolás Totolapan (Tlalpan), San Salvador Cuauhtenco (Milpa Alta) y San Juan Ixtayopan (Tláhuac), desde 2013, cuando Bolio fue nombrado delegado de la PA. En cada caso se señalan diversas prácticas irregulares y por lo menos dos comisariados legítimos declaran a La Jornada haber sido agredidos por oponerse a las maniobras de la PA en sus territorios. Fernando Arenas Ramírez, de Cuauhtenco, tiene enyesada la mano tras ser golpeado hace poco, mientras Raymundo Rojas, de Tlanepantla, terminó hospitalizado luego de sufrir una golpiza en marzo de 2017: ésta en el contexto del rechazo a la base de Semar.
Participan en la Aapcm comunidades rurales y semiurbanas de las delegaciones de Milpa Alta, Xochimilco, Tlalpan, Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Tláhuac e Iztapalapa. Sus representaciones comunales coinciden en ser independientes de los partidos políticos. Todas enfrentan conflictos y presiones en sus territorios por autoridades federales (como las secretarías de Marina y de Desarrollo Agrario, Terrritorial y Urbano), de la CDMX y las delegaciones. Comparten pésimo suministro o despojo de agua, obras impuestas como la Línea 12 del Metro, tala clandestina, corrupción monetaria por autoridades y partidos, divisiones inducidas, amenazas.
El caso de la comunidad anfitriona es emblemático. Según resalta la representación de bienes comunales, significa la militarización directa de sus bosques. Todo inició el 11 de septiembre de 2016, relata Rojas. El comisariado saliente, Jacobo Pineda, intentó hacer la donación a Semar, pero la asamblea no lo permitió, y con su antecesor Víctor Flores creó un grupo para remover a la mesa nueva. No lo consiguieron pero no nos dejaban trabajar desde que entramos en diciembre.
El 17 de marzo de 2017 la PA y sus aliados Pineda y Flores recurrieron a sellos y firmas falsas para hacer otra convocatoria. Usaron nombres de fallecidos y personas que no estaban presentes, y apenas lograron 20 por ciento y la gente impidió la asamblea. En abril, añade Rojas, los contrarios me mandaron golpear; terminé en el hospital de Xoco.
El delegado Bolio recurrió a sellos y firmas falsas en un nuevo intento, esta vez fuera de la comunidad, en Santiago Tepalcatlalpan, el 11 de junio y como los comuneros se desplazaron al lugar y ante la pretensión de los mismos para participar en la asamblea y negar la donación el personal de la PA se retiró. El último intento, quisieron hacerlo, ya de plano, en un cuartel de la Armada.
Mario Alberto Vázquez, asesor legal de San Francisco Tlalnepantla, asegura: El delegado Bolio Halloran es el eje que articula todo. Se le ha denunciado ante instancias legales, pero parece que es intocable. Detalla que las tierras que se quieren enajenar poseen importancia biótica. El bosque comunal que se ha convertido en refugio de la fauna silvestre expulsada por el crecimiento urbano de la CDMX y el estado de México: venado cola blanca, gato montés, cacomixtle, gallina de campo, coyote, teposingo.
Por otra parte, expresa que las presiones también proceden de la Comisión de Recursos Naturales de la CDMX. La comunidad posee títulos virreinales desde 1537 y conserva mil 135 hectáreas, mientras unas 4 mil más están en disputa con Milpa Alta y Cuauhtenco. Resulta interesante constatar que, pese a sus diferencias, todos estos pueblos están hoy unidos.
Fuente: La Jornada