México: Problemas en el paraíso

Idioma Español
País México

La sociedad civil denuncia al CGIAR por negación, distracción y demora sobre la contaminación de maíz en el centro de diversidad genética en México.

Por primera vez en su historia de más de 30 años, el Grupo Consultivo Internacional de Investigación Agrícola (CGIAR por su sigla en inglés) –una red de 16 grandes centros de investigación agrícola en todo el mundo, financiada por donantes públicos y privados- sostuvo su asamblea anual fuera de los confines del Banco Mundial en Washington D.C. El CGIAR es el esfuerzo de investigación agrícola pública más grande del mundo y su mandato es servir a los agricultores pobres del tercer mundo. También por primera vez, la reunión anual del CGIAR - que dura una semana- se realizó literalmente rodeada de protestas masivas de campesinos y de manifestaciones callejeras críticas a la estructura de gobierno del CGIAR, a su orientación en la investigación y a la falta de responsabilidad y respuestas hacia los agricultores del tercer mundo. El CGIAR se dio cuenta que en Shangri-La también hay protestas, barricadas policiales y cañones de agua anti-manifestaciones!(1)

La reunión fue también el escenario de una revisión de vida por parte del Comité de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) del CGIAR. El Grupo Consultivo estableció este comité para recibir insumos de la sociedad civil. Durante el último año, la mitad de los miembros del comité renunciaron. El Comité de ONGs estuvo evaluando su relación con el CGIAR en el marco de enérgicas protestas de campesinos asiáticos contra el IRRI (Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz), seguidas de una Conferencia Callejera con centenares de participantes frente al Hotel Shangri-La. Las protestas fueron organizadas por una coalición de organizaciones de la sociedad civil y de campesinos del sudeste asiático, particularmente MASIPAG, KMP (movimiento campesino filipino miembro de la red mundial La Vía Campesina) y SEARICE.

El jueves 31 de octubre, durante una sesión oficial dedicada a la relación de la sociedad civil con el CGIAR, el co-presidente del Comité de ONGs, Patrick Mulvany de la asociación Intermediate Technology Development Group, anunció que el Comité de ONGs suspendería su participación en el CGIAR durante todo el año próximo. La principal razón que alegaron para esta medida fue el rotundo fracaso del CGIAR en tomar acciones constructivas luego del descubrimiento –hace más de 13 meses- de que el maíz transgénico había contaminado el centro de diversidad de ese cultivo en México. El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT, integrante de la red CGIAR), con sede en México, no ha respondido a las repetidas demandas de la sociedad civil para que el CIMMYT sopesara la realidad de la contaminación, limitándose hacer cautas declaraciones sobre la necesidad de claridad científica y a prometer ayuda por cualquier vía que no implicara acción real. Su más reciente “acción” es que, a pesar del reconocimiento oficial del gobierno mexicano sobre la existencia de contaminación transgénica, durante una discusión sobre los desafíos para los Centros en la asamblea el 30 de octubre, el nuevo director general del CIMMYT, Dr. Masa Iwanaga, se rehusó a reconocer la contaminación transgénica en el centro de diversidad genética del maíz.

La suspensión del Comité de ONGs significa que no reemplazarán las vacantes que ya tienen en este organismo. Tampoco participarán en ningún programa del CGIAR ni aceptarán dinero del éste, ni ocuparán los puestos designados para los representantes de ONGs en el Comité Ejecutivo del CGIAR ni en ningún otro comité.

Para una institución como el CGIAR cuyo mandato es apoyar la seguridad alimentaria, aliviar la pobreza y proteger el ambiente, la renuncia del Comité de ONGs es un fuerte voto de desconfianza de la sociedad civil. Otro dato que refuerza tal desconfianza, es que las empresas multinacionales de los transgénicos tienen cada vez más influencia y membresías en el CGIAR.

Un ejemplo de esto es que la Fundación Syngenta para la Agricultura Sostenible (propiedad de Syngenta –la corporación más grande del mundo en agroquímicos y uno de los mayores productores de semillas transgénicas) se convirtió este año en el miembro más reciente del sistema CGIAR. El Director Ejecutivo de la Fundación Novartis es miembro del consejo directivo del CIMMYT.

Quizá la influencia de la industria biotecnológica en el CGIAR y su falta de acción en el caso de la contaminación transgénica es la razón por la que mucha gente confundía el cartel de entrada a la Asamblea Anual del CGIAR en el Hotel Shangri-La. El Cartel decía: CGIAR’s AGM ’02 (AGM= Asamblea General Anual) Pero muchos leyeron: CGIAR’s OGM ’02 (OGM= organismo genéticamente modificado)

Por más información, contactar:

Silvia Ribeiro, ETC group, gro.puorgcte@aivlis

Hope Shand, ETC group, gro.puorgcte@epoh

Para obtener más información y antecendentes sobre la contaminación en México, aconsejamos leer el reciente comunicado “La gran contención”, con un análisis y calendario de los hechos en los últimos 13 meses. Disponible en: http://www.etcgroup.org

Nota:

1- Shangri-La es el nombre del hotel donde está reunido el CGIAR en Filipinas. Shangri-La, expresión conocida por una novela de James Hilton (1963), quiere decir “paraíso en la tierra”

Temas: Transgénicos

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