México: Indígenas interponen amparo para protegerse de megaproyectos en Oaxaca
Indígenas Binnizá (zapotecos), Ikoots (huaves), Mixes, Chontales y Zoques interpusieron un amparo colectivo para proteger los derechos de los pueblos y comunidades del Istmo de Tehuantepec frente a la creación de la Zona Económica Especial, que abre paso a una política económica de despojo.
Organizados en la Articulación de Pueblos Originarios del Istmo Oaxaqueño en Defensa del Territorio, once municipios indígenas presentaron el amparo ante el Juzgado Sexto de Distrito con sede en Salina Cruz con el objetivo de protegerse de la intromisión y el despojo debido a los megaproyectos promocionados por el gobierno federal.
“Decidimos organizarnos bajo el principio que nos une, que es la defensa de la vida, la tierra y el territorio”, señalaron las más de mil 800 indígenas de los municipios de Chahuites, Ciudad Ixtepec, Juchitán, San Blas Atempa, San Francisco Del Mar, San Francisco Ixhuatán, San Mateo Del Mar, Santa María Xadani, Tapanatepec, Tehuantepec y Zanatepec.
“El amparo colectivo regional interpuesto tiene el objetivo de proteger los derechos de los pueblos indígenas del Istmo de Tehuantepec, respecto de la infraestructura que se pretende construir en sus territorios sin consulta y sin obtener su consentimiento libre, previo e informado, para el inicio de otra etapa de instalación de más parques eólicos en la región”, los cuales desconocen a los pueblos donde se pretende instalar la infraestructura, explicaron.
De acuerdo con los integrantes de la Articulación, los parques eólicos afectaron “seriamente” su vida, cultura y bienes naturales. El “gobierno federal ha autorizado la construcción de infraestructura para una segunda fase de expansión eólica en el Istmo que será un adicional de tres mil 683 MW, esto implicaría casi triplicar la capacidad de generación eólica actualmente instalada en la región que son dos mil 192 MW, con alrededor de mil 900 aerogeneradores en 22 parques eólicos”.
Señalaron que los beneficios han sido mínimos, pues nada de la energía que se produce en la región es para el uso de la población, sino que se revende a otras empresas privadas como alimenticias, constructoras y mineras, que a su vez impulsan otros proyectos de despojo.
Identificaron como consecuencias de los parques eólicos en Oaxaca al desempleo, impactos en la desecación de los suelos, contaminación de los suelos por los aceites que riegan las turbinas y la afectación a la pesca y la salud de las personas en contacto con los aerogeneradores por las luces y el ruido de los mismos.
Agregaron que el gobierno federal y estatal, en complicidad con las empresas, autoridades agrarias y municipales, “han propiciado un clima de confrontación, reparto de dinero y preventas para comprar el apoyo de algunos pobladores”.
Por ello, los indígenas decidieron interponer un amparo con la esperanza de recibir el apoyo legal para evitar las consecuencias de una “validación de una política económica de despojo”.
Fuente: Desinformémonos